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Keira no estaba mintiendo.
Cuando era de primer año, encontró su carrera muy poco interesante hasta que tomó una clase con el Profesor Miller; fue entonces cuando decidió seguir este camino.
Se podría decir que el Profesor Miller era su luz guía.
Sus palabras enfáticas silenciaron toda la oficina.
Tanto el Profesor Miller como el decano la miraron.
El decano frunció el ceño y dijo enojado:
—¿De qué tonterías estás hablando?
Cuando Keira estaba a punto de revelar su verdadera identidad, Luca, que estaba a su lado, se apresuró a ponerse delante de ella.