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En uno de los edificios que servía de refugio para lobas solteras...
Marcy estaba en la sala común con un número de otras personas y viendo en la televisión la transmisión en vivo de la ceremonia Luna de Tatiana.
Además de dos voluntarias de la Manada del Río Azul, el resto eran hembras que no tenían a dónde ir. Habían sido abandonadas y maltratadas por su familia, amantes, amigos, extraños, personas en las que confiaban y personas que nunca habían conocido antes... cada una en esa sala tenía una historia diferente que contar, y el punto común era que todas llegaron a la Manada del Río Azul en busca de un lugar donde quedarse. Algunas tenían un plan y otras buscaban orientación, pero todas necesitaban tiempo para prepararse para lo que la vida les lanzara después.
En ese momento, todos estaban concentrados en lo que aparecía en la pantalla. Las ceremonias Luna no suceden todos los días, y esto estaba afectando a la Manada del Río Azul, así que era importante.