"Desde la perspectiva de Demetrio
—Ya no más...
—¿Solo una ronda más? —suplicué.
—No... Mi cuerpo duele. Ya lo hicimos tres veces —dijo, cubriéndose con la manta—. ¿Tres veces no son suficientes por ahora? Lo haremos de nuevo en la noche de todos modos. ¡Es mediodía, en serio!
—Ja, está bien —suspiré y me senté—. Lo haremos al menos cuatro veces esta noche.
—... Mmm...
—Por cierto, ¿qué estabas intentando decir antes? Sobre un hombre o algo así...
—No me dejaste empezar bien —refunfuñó—. Bueno, vi a un hombre hoy en la calle.
—¿Bajaste del carruaje? —pregunté.
Afirmé claramente que no debería bajarse del carruaje a menos que llegara a la mansión del Conde o regresara al palacio. No solo estaba preocupado por si se escapaba. Podría estar en peligro si bajaba sin importar cuántos caballeros estuvieran con ella ya que parecía que los magos oscuros la perseguían. No importa cuán poderosos fueran los caballeros, no podían compararse con el poder de los magos oscuros.