Astaroth, maldita bruja desquiciada, realmente debería odiarte por lo que me hiciste, pero mentiría si dijera que no fue agradable hasta cierto punto. Creí saber bien cómo satisfacer a una mujer, y la verdad es que sí, pero cuando coges con la Reina del infierno hasta perder la conciencia te das cuenta de que de nada sirve la técnica cuando careces de resistencia. Perdí dos veces antes de salir de Las llanuras ardientes, si no fuera por la alabarda de Gaam estaría un poco deprimido, por lo que debo ser más fuerte y no dejarme dominar nunca más de esa forma.
El trayecto continuó logrando salir de Las llanuras ardientes para llegar a las tierras del hielo y la nieve, hogar de demonios de naturales de hielo.
Al cruzar las tierras que fronterizas estos dos territorios, fui recibido por una fuerte tormenta de nieve que me empujaba hacia atrás, como si me estuvieran echando. Gracias al fuego de la alabarda de Gaam pude continuar mi recorrido, Ana, por alguna razón, se quedó dormida entre mi ropa marchita en su forma de gusano de lava.
Me pregunto si el invocar ese meteorito infernal le provocó quedar en este estado o quizás solo esté cansada.
No había tiempo que perder y continúe avanzando, pero la tormenta se intensificó más y ya casi no podía ver nada, solo se escuchaba el fuerte silbido de los vientos. Mi pelea contra Astaroth me dejó realmente agotado, así que Sombra me presto su magia para encender mi alabarda, quemando la magia en un fuego violeta que me ayudó a cruzar esta tormenta. Cuando logré salir, ante mí se rebelaron las tierras del hielo y la nieve, cordilleras nevadas, lagos congelados y una intensa nevada que cubría todo el valle de blanco. Habría sido bueno apreciar aquel paisaje, pero la tormenta comenzó a atacarme, así que tuve que continuar.
Durante horas caminé y caminé, hasta que llegó la noche y mi fuego se apagó.
Estás en problemas hermano, no sé cómo, pero este frío está bloqueando nuestra conexión
¿Qué? ¿Cómo qué bloqueado?
Tú y yo nos comunicamos a través de una ventana que conecta en plano espiritual de mi isla con el plano físico al cual perteneces. Pero esta tormenta está opacando dicha ventana, evitando que pueda darte gran parte de mi poder.
Espera, eso no nos pasó en el salón del consejo de ancianos.
Sí, de la misma forma, esta ventisca nos está debilitando. El frío está congelando nuestro poder.
Pero qué… mala broma, me estás diciendo…
Usando las partículas Tai de mi cuerpo volvía a encender las llamas de alabar con fuego anti-demonios, debilitándome aún más, pero dándole tiempo suficiente a Sombra para cargar de magia la albarda antes de que el fuego anti-demonio se apague.
Ahora sí podemos continuar.
Sí, pero no te sobre exijas, recuerda que si te desmayas no podré tomar control de tu cuerpo. La nieve cubrirá la ventana y estarás solo.
Acaso está siendo calculador… jejeje… realmente estamos en problemas.
…
Recuerdo bien cómo fue el día en que comencé a preocuparme por mi dinero. Tres días después de que mi familia me abandonara, ya no tenía dinero para la comida, el agua, la luz e incluso el internet. Tuve que buscar trabajo y lo encontré rápidamente, pero lamentablemente el pago era insuficiente, me alcanzaba solo para sobrevivir, pero no para pagar la matrícula del examen.
Tenía que ganar dinero rápido, así que me arriesgué y busqué trabajo en la mafia, ellos me dieron el trabajo de desaparecer cadáveres. Al principio me dio asco, nadie me dijo que las personas se cagan al morir, pero luego me fui acostumbrando al olor a muerto obteniendo más trabajo para mis gastos. Logré pagar mi matrícula, pero no pude aprobar el examen, así que continúe en la mafia desapareciendo cuerpos, a veces tenía que descuartizarlo yo mismo, lo que significa un bono extra a mi paga.
Los arrojaba al mar, los enterraban bajo cemento, se los daba de comer a los perros o pirañas, e incluso una vez los disolví en ácido. Me volví tan muy bueno desapareciendo cuerpos que incluso otras mafias solicitaban mis servicios.
Hasta que un día uno de los muertos despertó y comenzó a moverse, los idiotas no lo habían matado bien y ahora el muerto estaba forcejeando en la bolsa y pidiendo ayuda a gritos, no sabía qué hacer y entre en pánico. Quería que se callara, así que agarré una piedra y lo golpeé una y otra vez hasta que dejó de gritar, sintiéndome aliviado y un poco consternado por ser mi primer asesinato… Por las dudas abrí la bolsa para cerciorarme de que esté realmente muerto, dándome cuenta de que sí lo estaba… El pequeño niño de ocho o diez años, yacía muerto frente a mí con el cráneo semiabierto.
…
Al despertar de mis pesadillas me encontraba exaltado y con el corazón a pulso, me froté la frente y usando técnicas de respiración me calmé. Debo regresar a este mundo y resolver mis problemas actuales.
Me encontraba en una carpa muy rústica, abrigada con pieles de animales e iluminada por una lámpara de aceite. Me habían despojado de mis ropas, pero me dejaron la ropa interior, también se llevaron mi alabarda y Ana no parecía estar en ningún lado. No sé quién o quienes me trajeron aquí, pero aparentemente no me quieres muerto o al menos no por ahora.
Con mis energías restauradas me puse de pie y salí de la carpa, dándome cuenta de que me encontraba en un campamento militar de Onís. Los Onís son una especie demoníaca que se divide en variantes de demonios, como son los Goblin, los Ogros, los Onís comunes, los Onís Masuraos, los Onís Rakshasa de alto rango y las poderosas Valquirias, pero a pesar de sus variantes todos los Onís son originarios de las tierras del hielo y la nieve comúnmente llamados Demonios de Escarcha.
En el diario de señor Gen-an los describe como guerreros fuertes y valientes, que disfrutan del frío y de las luchas, siendo esa la razón por la que no forma grandes grupos, excepto cuando Ragnarok, título otorgado al Rey de las tierras del hielo y la nieve, lo ordene.
Los demonios me miran, pero no me toman importancia, hasta que una hermosa demonia con cuernos de hielo, cabello rubio y ojos azules se me acercó.
"Veo que ya estás completamente recuperado y…" Mis ojos se desvían a sus enormes y firmes tetas. "Que insolente" ella sacó su espada y me la apunto al cuello. "Mírame a los ojos cuando te hablo, Taimanin"
"Ah, lo siento es solo que… espera, ¿Cómo sabes que soy un Taimanin?"
"No es la primera vez que me cruzo con un taimanin así que tuve mis dudas, las cuales acabas de confirmarlos"
"Diablos" la demonia sonrió. "Bueno, permítame presentarme, mi nombre es Hito del clan Tetsuteku, último sobreviviente de mi clan. Le agradezco profundamente haberme salvado del frío"
"Tienes buenos modales Taimanin, mi nombre es Ragnarok Sinmara, líder de la facción Wailing Demon y reina de los demonios de Escarcha"
"... Eres… ¿Ragnarok? ¿La gobernante de las tierras del hielo y el fuego?"
"Sí, mi padre fue el anterior Ragnarok y tras su muerte el título de Ragnarok debía ser otorgado a mí, pero… mi tío, reclamó el título de Ragnarok al destruir el Yggdrasil obligando a todos los demonios de estas tierras a servirle"
"Yggdrasil, ese no es el árbol de la vida"
"Sí, el árbol sagrado, cuyas raíces hacen fértiles las tierras, descongelando los lagos y ríos. Sin el Yggdrasil, la vida en las tierras del hielo y la nieve perecerá condenado a todos a un invierno eterno"
"Entonces estas tierras están perdidas, imagino que planean abandonarlas y encontrar un nuevo hogar"
Sinmara me miró y de entre sus tetas sacó unas semillas.
En serio porque les gusta guardar cosas hay, es muy difícil tener un bolsillo.
"Estas son semillas del Yggdrasil, solo parece una cada cien años. Las recuperes gracias a la ayuda de un taimanin muy amable con quien tuve una hija, pero lamentablemente tuve que dejarla para regresar a mi reino y salvarlo de mi tío"
"Reina Sinmara, no quiero ser grosero, pero… ¿Por qué me cuentas esto? Yo solo soy un viajero perdido que quiere regresar a casa"
"La razón, Hito, por la que te cuento todo esto… Es para que te unas a mi lucha" Unos Onis trajeron mi alabarda y me la entregaron. "Reconoces el metal de esa arma"
"Eh… sí, yo la forjé con mi arte ninja"
"Es oricalco, un metal raro y valioso, utilizado para forjar armas mágicas y herramientas mágicas. Creí que solo los dueños de las minas más profundas del mundo demoníaco puedes obtener este mineral, hasta que tú apareces con una arma de oricalco puro y con ropa revestida con oricalco de baja calidad"
Creo que se refiere a la cota de malla, a los brazaletes y las botas que los Gaamniamos me regalaron antes de partir, estaban forjados con hierro simple, así que los transmute en Kaitetsu para que fueran mejor. Espera, esto significa que el metal que transmuta mi arte ninja en realidad es oricalco, el metal nativo del mundo demoníaco por el que muchos demonios o científicos humanos matarían por obtener, aunque sea una pepita de oricalco.
Carajo, deje una mina de oricalco en el mundo humano, esto convierte a Hamer en un objetivo multinacional del bajo mundo.
"Dices que es oricalco, pero… ¿Cómo?"
"Tengo entendido que el arte ninja de los Taimanin es muy antiguo y especial, por tu sangre debe haber alguna herencia de los antiguos demonios alquimistas. Quienes con su poder transmutaron el oricalco en el mundo demoníaco, creando piedras filosofal y artefactos antiguos"
Herencia demoniaca, espera, el martillo de mi madre está hecho de oricalco, seguramente es un artefacto antiguo o algo más. Quizás aún no he aprovechado todo el poder que mjolnir podría darme.
"Gracias por la información" dije cordialmente. "Pero tengo asuntos pendientes que resolver, debo regresar al mundo humano así que no puedo perder mi tiempo luchado en una guerra ajena"
Agarré mi alabarda y comencé a caminar, sin mirar a Sinmara, pero entonces ella me agarró del hombro y con su magia de hielo atrapo mis pies.
"Aún no he terminado, Hito. ¿Quieres regresar al mundo humano?"
"Sí… y no… intentes detenerme"
"El Yggdrasil, no solo permite que la vida prevalezca ante la adversidad, sino que también se conecta con a todos los mundos a través de sus raíces. Incluyendo al mundo humano"
"Creo que ya entiendo lo que estás tratando de hacer" el hielo se descongeló.
"Si me ayuda a derrotar mi tío y a plantar esta semilla, permitiré que uses las raíces del Yggdrasil para que logres cruzar hacia el mundo humano" Sinmara levantó su mano "Tenemos un trato"
Mire su mano y luego a ella. "Déjame pensarlo un poco"
"Tiene una hora, este campamento tiene que moverse y no va a esperarte"
Asentí con la cabeza e ingresé a mi carpa, me senté en mi cama y comencé a pensar.
Sinceramente, no sé cuánto me demoré en cruzar medio mundo demoníaco hasta la ciudad Puerta, no sé cuántos demonios se interpondrán en mi camino o si podré lograrlo. Soy fuerte, pero no invencible, por lo que tomar uno que otro atajo no estaría mal. Pero, involucrarme en asuntos del mundo demoníaco es peligroso, especialmente por ese acuerdo de no invasión.
Gracias al acuerdo entre mundos, los taimanin pueden matar a tantos demonios sin represalias de los gobernantes del mundo demoníaco, ya que técnicamente están violando el acuerdo de no invasión. Lo mismo se aplica para los humanos que realizan incursiones en el mundo demoníaco, no hay ninguna ley o acuerdo que los proteja, por lo que si las nueve familias dominicanas me descubren no podrían ordenar mi asesinato.
Astaroth es una demon lord perteneciente a las nueve familias demoníacas, la señora de las llamas, pero con el acuerdo que hicimos dudo que me delate.
"Hola, Comandante" dijo Ana al sentarse en mi hombro "¿se encuentra mejor?"
"¿Dónde estabas?"
"Qué grosero, a pesar de arriesgar mi forma física me respondes de esa manera"
"De qué está hablando?"
"Comandante tonto, acaso no recuerdas ese meteorito infernal que invoque para salvarte"
"Ah... si"
"Bien, entonces sabrás que literalmente queme mi forma de hada para realizar esta magia avanzada. Tuve que tomar la forma de un grotesco gusano de lava para no regresar al plano de los dioses, luego tuve que hibernar hasta restaurar mi forma de hada. Lo cual fue más rápido de lo que esperaba"
"Entiendo… , gracias por tu ayuda, Ana"
"De nada comandante. Ah, quisiera presentarte a una compañera que conocí cuando te desmayaste"
Frente a mí se manifestó una mujer alta de cuatro brazos, cabello negro y ojos rojos, bestia como si fuera una diosa del hinduismo y estaba acompañada de un pequeño zorro blanco.
"Te presento a Dakini, la diosa del amor sexual y la fertilidad"
De inmediato entré en guardia, no, mejor dicho la alabarda entró en guardia encendido su fuego con furia. Esta era mi primera presentación con una diosa de este mundo, y no permitiría que se arruine por el resentimiento de un objeto.
Agarre con fuerza la alabarda y apague su fuego. "Mis disculpas, diosa Daniki, mi arma es un poco apasionado ante la presencia de dioses"
"Me lo imagino, Gaam, en sus últimos momentos debió sentir mucho odio hacia los dioses de otro mundo" ella miró la gema de la alabarda "No te preocupes, no soy como Belcebú"
La diosa se sentó a mi costado y me dio un cálido abrazo, no me resistí.
"Pobre mortal" dijo mientras me frotaba la cabeza "Destinado a ser el último de su clan y a ser discriminado por su propia aldea, usando el amor sexual para calmar tu corazón, brindándoles buenos momentos a tus compañeras de equipo. Excepto a Ayame, debiste limpiarle sus entrañas con su esencia cuando tuviste la oportunidad"
"Ah… sí, espera, ¿cómo sabes eso?"
"Soy la diosa del amor sexual y la fertilidad, obviamente puedo sentir cuando alguien está teniendo sexo o cuado una mujer está siendo fecundada. Además, que sentí la presencia de otra diosa que nunca había visto"
"Sí" dijo Ana. "Mi hermanita es muy escandalosa, sabe cómo ocultarse, pero deja rastros como si fuera una principiante"
"jujuju, realmente me gustaría conocerla algún día"
"Dudo que te agrade por lo descuidada que es, por lo general prefiere holgazanear y comer dulces en vez de trabajar"
"Como mi hermana Juno, ella se supone que es la diosa del matrimonio y el embarazo, pero no ha realizado ningún embarazo real en años y ahora solo se dedica a maldecir a los mortales"
"No te lo puedo creer, debería ser más responsable con su…"
"¡Ejem!" tosí para llamar su atención "Lamento interferir su bonita conversación, pero ahora estoy en un dilema de si unirme, o no, a Ragnarok Sinmara en su lucha contra su tío"
"Rag-chan te pidió ayuda" dijo Dakini. "Jojojo, eso no me lo esperaba. Ya me parecía raro que recogiera un moribundo taimanin de las garras de la muerte"
"Comandante, tuvimos suerte, ingresamos a las tierras del hielo y la nieve en el peor momento y en el peor lugar. Debido a la disputa por el título de Ragnarok, el dios de las valquirias levantaron una poderosa barrera mágica en forma de tormenta de nieve, para así evitar cualquier invasión en lo que dure el conflicto"
"Mortal" dijo Dakini "Si no fuera por Rag-chan, ahora estarías sepultado bajo toneladas de nieve, así que deberías agradecerle uniéndote en su lucha en contra de su tío. Es lo menos que puedes hacer"
"No lo sé, involucrarme en este conflicto, me haría perder el anonimato de forma permanente"
"No te preocupes, solo los demonios que habitan estas tierras sabrán de ti, y si Rag-chan gana todos harán la vista gorda de tu presencia y podrás regresar a tu hogar"
"Dakini, si ayudo a Sinmara, ¿Recibiré algo de ti?"
"¡Comandante! ¡Estás hablando con una diosa, deberías mostrar respeto!"
"Tranquila Ana, esto no me molesta. Rag-chan actúa de la misma forma cuando la molesta. Veamos… si logras demostrar un buen desempeño en batalla y te ganas el aprecio de Rag-chan, te daré un regalo que de seguro disfrutarás"
Daniki sonrió de forma coqueta y Ana comenzó a preocuparse.
"Maldición, creo que solo me queda confiar en ella"
Al salir de la carpa me encontré con Sinmara y estreché su mano.
"Me uniré a tu lucha, Ragnarok Sinmara, reina de los demonios de Escarcha"
"Y yo agradezco tu ayuda, te aseguro que no te arrepentirás"
"Yo también lo espero, pero antes… Quiero que me prometas una cosa"
"¿Cuál?"
"Promete que las raíces del Yggdrasil son el único método seguro de regresar al mundo humano y que no existe otro método o medio para comunicarme con mis amigos y familiares que me esperan en mi hogar"
"... Te lo prometo, Hito del clan Tetsuteku. Cuando este conflicto termine, regresarás a tu hogar
Le sonreí. "No sé cuánto tarde esta guerra civil, pero con mi ayuda, de seguro que no durará mucho"
…
Cuatro meses después, el séptimo regimiento de los Wailing Demon, conformado por Onís de hielo y hombres lobo, se dirige a las montañas del norte helado en búsqueda de Ragnarok Sinmara. Debido al inesperado apoyo de tribus de orcos y engendros al bando enemigo, nuestra líder fue a pedir la colaboración de las Valquirias, en su hogar en las montañas invernales, acompañado únicamente de un pequeño escuadrón de sus mejores guerreros.
Sinmara me ordenó no interferir, pero ya pasaron tres días desde que se fue, así que con la bendición de Dakini y con la autoridad de capitán del séptimo regimiento, realice esta misión de rescate.
Cerca de las montañas corremos el riesgo de crear avalanchas de nieve, pero con fácil movilidad de los hombres lobo sobre la nieve e instinto de supervivencia, pudimos trazar un camino seguro recorriendo las montañas en menos de tres horas. Hasta que mi segunda al mando, Crocell, una mujer loba de cabello y ojos plateados, regresó con noticias alarmantes.
"Señor, traigo noticia del norte de las montañas. Logramos encontrar a nuestra señora Ragnarok y a su escuadrón, están en un campamento de Valquirias, luchando contra hordas de no muertos liderados por cuatro espectros de la muerte"
"¿Espectros de la muerte? ¿Qué hacen esos fantasmas tan lejos de su amo?"
"No lo sé, pero… es problema que el Rey de los espectros esté apoyando a nuestros enemigos"
"Mierda, ya veremos eso después. Buen trabajo Crocell, gracias a ti y a tus lobos recuperaremos a la reina"
"Es un honor servirle, señor"
Crocell guió al séptimo regimiento hacia al campamento de Valquirias, al llegar vimos un masivo ejército de no muertos rodeando todo el campamento. Las doncellas guerreras, que solo eran dos Valquirias, estaban acompañadas de pequeños lobos Fenris de pelaje azul, listos para combatir y morir. Sinmara también estaba en medio, con heridas y moretones de una lucha previa, en cuanto a sus guerreros sólo quedaban seis de los diez que fueron.
"Órdenes, señor" dijo Crocell.
"Lleva tus hombres lobos hacia la retaguardia del ejército enemigo y yo llevaré a los Onís al flanco derecho del enemigo. Esperen hasta que los espectros de la muerte esten desprotegidos para atacar con ferocidad"
"Si señor"
Los hombres lobos se movilizaron, ocultados entre la nieve hasta tomar su posición, en cuanto a los demás, nos mantuvimos a la espera de cualquier movimiento enemigo.
En el campo de batalla, uno de los cuatro aspectos voló hacia el frente y tuvo una pequeña reunión con Sinmara en compañía de las dos Valquirias.
"Se terminó, niña. Tu pequeño ejército está rodeado, ya no te queda magia para luchar y muy pronto morirá por nada. Mejor ríndete y sométete a la voluntad del Rey de los espectros"
"Preferiría morir antes que servir al cobarde de Teutates"
"Eso se puede arreglar"
La Valquiria levantó su arma. "Cuida tus palabras espectro, aunque Ragnarok-dono esté agotada, yo y mi hermana aún gozamos de vitalidad. Tu ejército de miserables muertos, no nos asustan"
"Entonces que así sea"
El espectro se trasladó junto con sus compañeros y juntos ordenaron al ejército de no muertos atacar al pequeño ejército de Sinmara, a quienes superan cien a uno. De inmediato ordené a todos los Onís descender de las montañas para unirse a la batalla, al ver esto los cuatro espectros usaron su magia oscura para maldecirnos con plagas y cansancio, pero se precipitaron al gastar todos sus hechizos. Las dos valquirias atacaron con fuerza, barriendo decenas de no muertos con un solo ataque como si no fuera nada.
Alber esto los cuatro espectros no vieron cuando una manada de hombres lobos los atacó por detrás, tres cayeron ante sus garras y colmillos, pero uno logró escapar al trasladarse hacia algún lugar.
Sin un espectro que los controle, el ejército de no muertos se volvió salvaje, atacando a todo lo que se cruzara en su camino. Viendo que la ferocidad de los no muertos se convertía en un gran problema, encendí mi alabarda con llamas anti-magia y lanze un "Filo Ardiente" a máxima potencia, arrase con todos los no muertos sobrevivientes de un solo ataque.
Al final de la batalla, una victoria decisiva llena de cadáveres quemados.
Duarte un mes estuve practicando y luchando en campo de batalla, siempre acompañado de Sinmara por alguna razón, con el tiempo fui descubriendo que puedo lanzar magia de fuego a través de mi alabarda, dependiendo de qué tipo de energía usará para encender las llamas. Gracias a esto y que la debilidad de los demonios de hielo y no muertos es el fuego, las batallas terminaban mucho más rápido conmigo como su capitán.
"Mi reina, se encuentra bien" dije al encontrarme con Sinmara.
"Sí, aunque tu intervención no era necesario"
"A mí también me da gusto saber que estás bien" Sarcasmo "Desea que la cargue o que le consiga una silla para sus delicados pies"
"Taimanin insolente, agradece que apareciste tu ayuda o si no ya te hubiera congelado hasta los huesos"
"Ah, eres tan linda cuando me amenazas, Rag-chan"
"Hm…" Sinmara hizo un puchero muy tierno, justo como dijo Dakini que lo haría. "Ya basta de bromas, dame el informe de la situación en el frente"
"Sí, los regimientos uno, dos y cuatro siguen repeliendo el avance de los orcos y los engendros. El regimiento tres sufrió graves daños, por lo que se están recuperando en el campamento principal"
"¿Y el regimiento cinco y seis?"
"Aún siguen luchando contras las fuerzas de su tío, aunque el regimiento cinco tuvo que retirarse para reclutar más guerreros y reabastecerse de provisiones. No se preocupe, la semidiosa Ana se está encargado de administrar los recursos para que no perjudiquen a los demás escuadrones"
"Esa hada resultó ser más útil de lo que esperaba"
"Sí, es una… burócrata de profesión"
Mientras hablamos las dos Valquirias que lucharon contra los muertos se presentaron ante mí sosteniendo sus armas, con un aura hostil.
"Hay algún problema" dije viéndolas fijamente a sus casos con una intensidad asesina mucho más fuerte.
No sé mucho de las Valquirias, solo que son doncellas guerreras devotas de su dios El emperador celestial, por lo que este es mi primer encuentro con esta raza guerrera. Por alguna razón ambas visten con unas mallas ajustadas junto con lo que parecen ser armaduras y un caso mecanizado, revelando un gran escote en todo su cuerpo como si estuvieran desnudas.
"Hito, déjame presentarte a nuestras nuevas aliadas" la Valquiria de traje negro y casco morado dio un paso al frente. "Ella es la Doncella Brunhild, y ella …" la valquiria de traje blanco y casco verde dio un paso al frente. "La Doncella Roseweisse. Ellas son las representantes de las Valquiria que se unirán a nuestra lucha"
"¿Solo dos?"
"Sí, verás, cuando solicitaron su permiso a su dios y este no les respondió, muchas no estaban dispuestas a unirse a nuestra lucha, así que… tuve que convencerlas de otro modo"
"¿Y de qué forma las convenciste?"
"Bueno, básicamente les dije que entre mis guerreros había un guerrero especial del mundo humano, el cual porta la legendaria alabarda de Gaam y si querían podían desafiarlo a un combate ritual"
"¡¿Qué!?"
Cuando me vieron dar golpe final a todo el ejército de no muertos, las dos valquirias se dieron cuenta de mi poder y de mi destreza con el arma. Siendo un digno oponente para alguna de sus extrañas tradiciones. En campo de batalla estaba libre y mis guerreros necesitaban descansar, momento perfecto para que las dos me desafiaran y así lo hicieron.
Primero, Brunhild, armada con dos grandes espadas.
"Humano" dijo con su voz medio robótica. "Demuéstrame tu fuerza y sabré si eres digno del regalo del cielo"
"Si gano me darás un regalo. Que bien, al menos obtendré algo bueno de todo esto"
Brunhild atacó de frente, con una rapidez y fuerza realmente sorprendentes, logre bloquear su ataque y mantener sus dos espadas ocupadas con los dos bordes de mi alabarda. Hasta de pronto la cara de su casco comenzó a brillar en una luz amarilla, no supe lo que eras hasta que la empuje lejos de mí, desde la cara de su casco disparó un poderoso rayo láser. Me protegí con el borde mi arma, soporté el impacto mientras esperaba que el láser perdiera potencia, momento en que contraataque lanzándole un Filo Ardiente, pero Brunhild se protegió con sus brazos y no recibió ningún daño.
No conozco las habilidades de una Valquiria, por lo que debí terminar con esta batalla antes de otra sorpresa.
Usando paso rápido potenciado con mi energía me impulsa hacia delante, por alguna razón Brunhild no bajó sus brazos, así que aproveche el momento para cogerla de la cintura y con toda mi fuerza darle un ataque que seguramente nunca habrá visto. Un poderoso Suplex alemán. El impacto destrozó la tierra y la enterró viva, dejando sus pies únicamente visibles.
"Buena pelea" dije para luego agarrar sus pies y sacarla de la tierra. "Pero ya se terminó" Coloque el filo de mi alabarda en su cuello y mire a lo que creía que eran su ojo.
"Si… perdí… Lo siento, me confié porque eres humano. No debi subestimarte"
"No te sientas mal, yo tampoco utilice todo mi poder. Si quieres, para la próxima luchemos con toda nuestra fuerza"
"Eso sería grandioso"
"Bien, pero, aun así perdiste. Ahora tienes que darme ese regalo del cielo del que me hablaste"
"..." Su casco cambió de color. "Está bien… te lo daré, pero no aquí"
Luego de eso, Brunhild se levantó aún con los brazos en posición de protección por alguna razón.
Era el turno de Roseweisse, armada con una gran lanza y grueso escudo, me desafió a un combate uno a uno.
"Humano" dijo con una voz robótica. "No cometeré el mismo error que mi hermana de armas, atacaré con todas mis fuerzas y quiero que tu también lo hagas"
"Está bien, pero si me das un regalo tan llamativo como lo que me ofreció Brunhild"
"Insolente, aunque ya tienes a Brunhild. Me pides el regalo del cielo también"
"Bueno, si tanto te molesta entonces no me des nada"
"Ya es tarde. ¡Pelea bastardo!"
Mis palabras provocaron la ira de Roseweisse por alguna razón, sentí su aura intensificarse a cada segundo, realmente es un demonio de alto rango.
Roseweisse atacó de frente, propulsado por lo que aparentemente son un par de alas luminosas, se movió a una gran velocidad que no puede ver. Ella me golpeó en la cara con su pesado escudo, lanzándome lejos mientras me golpeaba contra el suelo, el impacto me rompió la nariz manchada de sangre la nieve que pisaba, lo que llamó la atención de todo el escuadrón.
"No se supone que eres el capitán más poderoso de Ragnarok-dono" dijo Roseweisse. "Qué decepción,"
Como capitán es vital que todos mis subordinados me respeten o me teman dependiendo de la situación, así que no puedo dejar que una recién llegada me humille de esta manera.
Hermano, déjame encargarme de esto.
No la mates, su fuerza no vendrá bien en la batalla. Solo, demuéstrale quién es el más fuerte.
Con gusto.
Desde que me incorporé a las fuerzas de Sinmara, Sombra y yo tuvimos más tiempo para dialogar, especialmente en el campo de batalla en donde algunas veces utilicé su magia para derrotar a varios enemigos por mí mismo. Combinado la energía pura de mi corazón y su magia demoníaca, creamos un nuevo estado físico en donde nos volvemos una máquina de destrucción imparable, muy similar al estado que tuve antes de llegar al mundo demoníaco, pero sin los tentáculos.
Roseweisse volvió a atacar, esta vez trató de atravesarme el pecho, pero la detuve agarrando su espada y su escudo al mismo tiempo. Ella intentó liberarse, pero era inútil, conforme la energía pura y la magia demoníaca se combinaban mi cuerpo, mis músculos comenzaron a crecer, mi piel se volvió semi púrpura y mis ojos a brillar.
"¿Qué está pasando?" pregunto Roseweisse.
Modo Berserker
Usando solo la fuerza de mis brazos, inmovilice a Roseweisse girando sus muñecas.
"Ríndete, careces de fuerza para liberarte de mi agarre"
"No, esto no es un combate honorable"
"Así, bueno… de cierta forma tiene razón, pero… a ver si resientes esto"
Solté a Roseweisse y cerré mi puño para darle un poderoso golpe, ella de inmediato se puso en guardia y levantó su escudo con firmeza, cuando mi puño chocó contra su escudo este se rompió en pedazos y debido al gran impacto de mi ataque la lancé lejos de mí de forma violenta.
"Hay no, creo que exagere"
Roseweisse rodó por el suelo formando una gran bola de nieve que finalmente chocó contra las piedras de la montaña, generando un deslizamiento de nieve que finalmente la enterró. Temiendo lo peor fui de inmediato a sacarla de ahí, pero ella salió de su entierro por sí sola con una fuerte explosión de energía. Notablemente lastimada, Roseweisse camino hacia delante justo antes de caer al suelo mientras de su traje expulsaban chispas de energía.
Mi modo Berserker término, solo duraba unos minutos, fue a ayudarla.
"Oye, ¿estás bien?"
"... no"
"Diablos, lo siento fue mi culpa. No debí darle el control a ese idiota"
"¿De qué hablas?... no es tu culpa. Yo quería esto, y aún no fue como lo esperaba, me demostró que eres realmente fuerte"
"Gracias, este… ¿Puedes caminar?"
"Te parece que puedo caminar con las piernas dobladas"
Mire sus piernas y si las tenía dislocadas, no rotas, pero sí en una mala posición
"No te preocupes, te llevaré al médico"
Cargue el cuerpo de Roseweisse y la lleve hacia el campamento, momento que ella aprovechó para decirme.
"Oye humano, aún quiere mi regalo del cielo"
"Suena interesante, pero si no quieres dármelo no hay ningún problema"
"O no, si quiero dártelo, así lo dicta la ley. Eres alguien fuerte y digno, será un honor compartir tu fuerza con las Valquirias"
"Eh… bien por ti, pero debemos llevarte a la enfermería"
Cuando llegamos a la enfermería, Brunhild le reacomodo las piernas a Roseweisse tronando sus huesos, luego se levantó y como si nada volvió a caminar, demostrando lo dura que son las valquirias. Luego comenzó el recogido hacia el campamento principal, momento en que me reuní con Sinmara para tener una pequeña charla respecto a cómo me ha estado tratando.
"Rag-chan, ¿podemos hablar?"
"No me digas Rag-chan. No eres mi hermano ni parte de mi familia"
"Dakini me dijo que te gusta que te dijeran Rag-chan"
"Pues te mintió. Y debería conocer tu lugar, humano, eres mi subordinado y nada más"
"Mmm… yo no lo creo. Yo no soy tu subordinado, yo soy tu socio, luchó en tu guerra, forjo armas para tu guerra y conseguir aliados para tu guerra. Te doy y solo te doy, pero yo no recibo nada a cambio más que una promesa de regresar a mi mundo"
"Pero ese fue el trato, no sé de qué te quejas"
"Me quejo, porque a pesar de ser socios, me sigues tratando como si fuera un simple subordinado. Metiéndome en batallas sin antes consultarme o manteniéndome cerca de ti como si fuera tu guarda espaldas"
"Eso no es cierto, ellas te están ofreciendo su regalo del cielo, ¿o acaso no te gusta?"
"Es difícil decir que me gusta o no me gusta un regalo cuando todavía no tengo ese regalo"
Sinmara sonrió "Pues con lo poco que te conozco, estoy segura de que te gustara"
"Eso ya lo veremos, pero dejemos en claro este tema primero. Sinmara, hemos luchado juntos por cuatro meses y hemos trabajado arduamente para recuperar tu trono o título de Ragnarok. Por lo que como compañeros de armas y amigos con objetivos similares, solo quiero un poco más de consideración"
"¿En serio es tan importante?"
"Ya he vivido mucho tiempo con la cabeza abajo como para seguir haciéndolo, así que… sí. Me importa mucho que me respeten"
"Está bien, comenzaré a tratarte más como un amigo que como un subordinado. Feliz"
"Un poco, ya veremos si cumples con tu palabra"
Cuando llegamos al campamento principal lo encontramos en medio de un asedio del enemigo. Una gran horda de orcos y ogros se enfrentaba contra nuestros guerreros Onís, manteniendo un muro de escudos y lanza en las cuatro entradas del campamento. Ana y Dakini tomaron el control de los dos regimientos que resguardaban el campamento, protegiéndolo por quién sabe cuánto tiempo.
Sinmara ordenó a mi regimiento atacar frontalmente el ejército enemigo junto con las dos valquirias, para reforzar nuestro frente de batalla. El enemigo tardó en darse cuenta de nuestra presencia, los hombres lobo corrieron con ferocidad saltando sus filas para desatar el caos desde adentro, luego los Onís de hielo llegaron y como una fuerza choque aplastaron a los orcos del frente para desequilibrar su formación.
Gracias a la gruesa piel de los hombres lobos, las lanza y las hachas no pudieron penetrar en su carne, pero por si acaso reforcé sus puntos vitales con placas de oricalco de menor pureza. De la misma forma, los Onís de mi regimiento tienen armas y armaduras de oricalco de menor pureza, siendo casi el doble de fuertes que un oní guerrero promedio.
Luego de que los peones dieran el primer paso, entre en la batalla en compañía de las dos valquirias y Crocell, a quien le ordenó buscar al líder de la horda enemiga
"Señor, ya lo encontré" Crocell me señalo el lugar "Hay, ese debe ser el líder"
Resguardado por una docena de orcos, se encontraba un orco mucho más grande y fuerte que los demás, sosteniendo una gigantesca hacha de batalla.
"Sí, definitivamente es el líder, debe ser un mutante entre su especie para ser tan grande"
"Mi señor, según mis conocimientos, ese orco es un Rakshasa. El clan de orcos más poderoso de todo el mundo demoníacos"
"Así, bien veamos que tan fuerte"
Usado mi Filo Ardiente me abrí paso entre mis enemigos, las dos Valquirias venían atrás de mí, seguramente con intenciones de enfrentar al orco Rakshasa. Justo antes de llegar fui interceptado por los orcos que protegían a su líder, aquellos orcos tenían armas de hierro recientes al calor, por lo que no fueron fáciles de derrotar, mientras tanto las dos valquirias enfrentaron al orco Rakshasa. El orco levantó su hacha y las taco, pero ambas era lo suficientemente hábiles como para protegerse y contraatacar, realizando una increíble combinación de forma sincronizada
El orco Rakshasa, era físicamente mucho más fuerte y más reciente que ellas, pero más lento y torpe. Brunhild, usando sus dos espadas, resistió un ataque directo del orco para mantener su hacha abajo, luego Roseweisse usó velocidad para llegar a la cabeza y cegarlo con un corte de su espada. Sin poder ver, el orco atacó a todos lados esperando a que sus ojos sanarán, mientras tanto Roseweisse continuo atacado para mantenerlo ocupado, cuando el orco abrió los ojos, Brunhild disparó su poderoso rayo láser cargado contra la cabeza del orco, reventandolo en pedazos
Cuando termine con los dos últimos orcos entrometidos, el orco Rakshasa cayó muerto frente a las valquirias.
"Bien hecho hermana, como siempre tu láser es letal"
"Gracias hermana, aunque sinceramente yo habría podido ganarle sin tu ayuda"
"Yo también lo hubiera derrotado por mí misma si aún tuviera mi escudo"
"Pero no lo tiene, y debemos proteger el regalo del cielo antes de que cualquier simio verde se lo robe"
"Sí, a pesar de ser un Rakshasa, no era tan fuerte como esperaba"
A pesar de que el líder había caído, la horda de orcos y ogros no se rendía y continuó su ataque contra el campamento principal, todos estaban locos y desenfrenados como si estuvieran poseídos o drogados. Hasta que Sinmara, luego de recuperar su espada mágica de su carpa personal, se unió a la batalla. Forjado con oricalco puro y heredado por generaciones, la espada de Sinmara potenciaba las habilidades mágicas de su portador y le brinda control casi absoluto del hielo y la nieve.
Con un solo movimiento de su espada, Sinmara proco un fuerte granizado de hielos que acribilló a varios enemigos en una gran área de impacto, luego, cuando los ogros resisten a frío la atacaron, ella entró en combate moviéndose con rapidez y fluidez decapitando a todos los enemigos que tenía al frente.
Viendo cómo todos sus compañeros caían ante la hoja de Sinmara, la lucidez se les regresó y comenzaron a huir del campo de batalla, excepto los ogros quienes eran demasiado estúpidos como para ver que la batalla ya estaba perdida. Sea como sea, todos los ogros murieron y la batalla terminó en una victoria heroica.
Una de las razones por la que no abandono o simplemente robo la semilla del Yggdrasil, es porque Sinmara es muy fuerte, incluso más que Astaroth. No por nada también la llaman la Diosa demonio de la escarcha.
Esa misma noche el campamento principal tuvo una pequeña celebración por la reciente victoria en donde todos bebieron y comieron hasta saciarse, incluso las valquirias se unieron a la diversión, aunque no sé cómo rayos podía beber con los cascos puestos.
En mi hombro, Ana se estaba tomando todo un vaso de hidromiel sin importarle que el vaso era casi la mitad de su tamaño.
"¡Glu glu glu ah…! Otro, quiero otro vaso así de grande" dijo lanzado el vaso al suelo.
"Ana, no crees que ya bebiste suficiente"
"Ah, mira quién lo dice. ¡Cómo puedes beberte ese barril tú solo!"
"No te metas con mi barril, me lo gané justamente luego de rescatar a Sinmara"
"Así, según me contaron Ragnarok no necesitaba tu ayuda. ¡Ella es lo suficiente fuerte como para librarse de un montón de no muertos…! ¡Ahora dame más hidromiel!"
"No, ya estás muy borracha. No te daré más hidromiel"
En ese momento Ana comenzó a llorar "¡Buaaa…! ¡Que malo eres Hito! ¡Primero me abandonas y luego no me invitas de su barril! ¡Buaaa…!
"Oye no llores. ¡hep!... Yo no te abandone"
"Mentiroso, te fuiste del campamento y me dejaste sola con todo el papeleo. Eso no es justo, se supone que somos compañeros"
"Y lo somos, ¡hep!… pero era mucho más útil aquí que en el campo de batalla"
"¡Eso crees! ¡Invocaré ese jodido meteoro infernal aquí y ahora!" Ana levantó sus brazos.
"¡No! ¡Está bien! ¡Está bien! Perdón Ana, la próxima vez te llevaré conmigo al campo de batalla"
"¿Lo prometes?"
"Sí"
"Me darás de tu hidromiel"
"... está bien"
Llene el vaso de Ana al tope, luego se bebió toda la hidromiel hasta que finalmente se desmayó con su sonrisa en su cara roja…
"Para eso tomas… hep…"
La fiesta continuó, seguí bebiendo de mi barril hasta terminarlo en compañía de algunos camaradas… Luego baile junto con las valquirias, quienes al igual que Ana estaban muy borrachas… Después, continúe y continúe, por alguna razón todo se había vuelto un poco borroso y algo movido, pero continúe hasta que tuve una brillante idea.
¿Cómo se verán las valquirias sin sus trajes de combate?... ¿O cómo se verán sin sus cascos?
…
A la mañana siguiente, el horror. Mi cabeza me dolía a pulso, el ruido del agua taladraba mis orejas y los mareos me desquiciaba a pesar de estar echado en una cama. Realmente había bebido demasiado anoche, mi super regeneración hace que el efecto de borrachera tarda en llegar, lo que a veces me hace tomar demasiado, pero también me ayuda a desaparecer la resaca más rápido. Un perder y ganar al mismo tiempo.
Mi mano derecha tocó algo húmedo y mi mano izquierda algo semiduro, cuando la resaca se me fue me di cuenta de que no estaba solo.
Las dos valquirias dormían juntas en mi cama, ambas dormidas con sus trajes y cascos de batalla, lo cual era muy raro.
Lo semiduro que está tocado eran las tetas de Brunhild, ella se había envuelto entre mi brazo con mi mano agarrando sus pechos por encima de su traje. Hasta que sentí algo blando sobres saliendo de sus tetas, por curiosidad comencé a masajearla hasta que descubrí que eran pezones, pezones grises y lactantes. Aparté mi mano lentamente solo para darme cuenta de que Brunhild no tenía ningún traje, que lo que pensaba que eran mallas negras. era en realidad su piel.
Por otro lado. Lo húmedo que estaba tocado le pertenecía Rossweisse, ella me estaba abrazando el brazo deslizando mi mano hacia su parte baja. Lo que estaba tocado posiblemente era su coño, pero a su alrededor tenía escamas, lo que me dejó muy confundido. Comencé a masajear ligeramente para descubrir este extraño misterio, Rossweisse dio pequeños gemidos hasta que comenzó a mover su cintura. Era su coño, y lo que creí que eran escamas también era parte de su piel.
Mi cabeza estuvo dándome vuelta, ¿las valquirias son dragones con cuerpo humanoides semi robóticos? ¿Tenían trajes puestos? ¿Han estado desnudas todo este tiempo?
Y la respuesta es sí, hermano. No le des muchas vueltas.
Sombra, ¿tú viste lo que pasó?
Pues claro que sí, veo a través de uno de tus ojos.
Dime, ¿Qué pasó anoche?
Cuando se acabó la hidromiel todos regresaron a sus carpan, todos menos tú y las dos valquirias. Juntos siguieron gritando y bailando por todo el campamento hasta entrar la carpa más grande con la cama más grande. Les dijiste a las dos que se quitaran la ropa y ellas lo hicieron, parte de su traje se desprendió o metamorfoseó en órganos sexuales. Quisas no te diste cuenta por lo borracho que estabas, pero las asaltaste a las dos al mismo tiempo.
Como que al mismo tiempo
… Solo te diré que nunca pensé que te gustara el TentacleRape.
No jodas.
Sí, usaste seis tentáculos para violar a las dos valquirias. Pero eso no es lo peor.
Que, ¿hay más?
Sí, solo observa tu alrededor. Esta no es tu carpa.
Mire a mi alrededor y efectivamente no era mi carpa, era demasiado grande y lujosa, lleno de armas y tesoros brillantes. Era la carpa de Sinmara.
"¡Puta madre!" dije casi gritando "¡Estoy muerto!"
Tranquilo hermano, aún no estás muerto.
¡Como que no estoy muerto! ¡Si Sinmara se entera de esto me ejecutará de inmediato en frente de todos los regimientos! ¡Adiós, reputación! ¡Hola, muerte deshonrosa!
No lo creo hermano, Brunhild y Rossweisse no fueron las únicas que fueron asaltadas por tus tentáculos anoche.
… O_O…
Usando mi manipulación de la gravedad quité la sábana revelando una terrible, y además excitante, escena clásica de cualquier eroge.
Ragnarok Sinmara, la líder de la Wailing Demon y reina de los demonios de Escarcha, estaba completamente desnuda y húmeda ante mí, rebelándose el hermoso cuerpo de una mujer madura diferente a los cuerpos juveniles que había visto en la aldea Gosha. Una auténtica y verdadera Milf culona y tetona recostada sobre mi verga.
Sinceramente, no sé qué decir Sombra. ¿Cómo diablos pasó esto?
Simples, justo cuando terminas de desflorar a las dos valquirias, Sinmara entró a la carpa y te vio desnudo con tu verga erecta y tus tentáculos moviéndose. Rápidamente, entró en corea e intentó votarte a la fuerza, pero tú caminaste hacia ella sin miedo a la muerte, lo que la dejó perpleja. Antes de que sacará su espada, la agarraste de la muñeca y la arrinconaste, comenzando a absorber su energía y luego le diste el beso de la muerte, 50 hits en cinco segundos, un nuevo récord. Sinmara casi se desmaya, pero se mantuvo fuerte, la levantaste entre tus brasas y la llevaste a la cama en donde comenzaste a jugar con ella, estimulando sus puntos sensibles y a drogándola con tu saliva. Ella se vino varias veces antes de que comenzarás a penetrarla hasta el fondo, provocando que perdiera el control y se dejará llevar por el placer sexual. Luego las dos valquirias se unieron, comenzado un segundo TentacleRape.
Todo eso pasó, pero… ¿Dónde estaba Dakini? Ella no suele separarse de Sinmara a no ser que…
"¡Dakini!" Grite "¡Sé que estás ahí!"
"Jejeje" se rio Dakini "Hola mi querido mortal, veo que tuviste una pervertida anoche"
"No me vengas con tus tonterías, dime que carajo me hiciste"
"Yo… yo no hice nada" Ella sonrió "Fue Ana"
"Traidora" dijo Ana, luego se arrodilló "Perdonadme Comandante, anoche Dakini me enseño a usar sus poderes para incitar a los mortales a reproducirse y a aumentar su amor sexual, como usted me dio de beber de su barril yo quise devolverle el favor brindando más vitalidad y deseo sexual… nunca me imagine que terminara de esta forma"
"ANA…" dije con una mirada seria "Puedo entender que me hagas esto a mí, pero por qué a Sinmara, ella es nuestra colaboradora"
"Eh… los siento, pero… esa no fui yo…"
"Que"
Dakini mira al otro lado.
"Fuiste tú"
"Bueno, sí, lo admito. Yo hechicé a Rag-chan para que tuviera sexo contigo. Verás, Rag-chan es muy orgullosa y por lo general esconde sus sentimientos, luego dejar a su hija se puso muy triste hasta que te encontró. De alguna forma tú le recordabas al amante que tuvo en el mundo humano y eso le dio un poco de tranquilidad, hasta que recibió esa carta del mundo humano con la noticia de que su amante había muerto"
"Espera, ¿una carta del mundo humano?"
"No me interrumpas. En la carta, su amante se disculpó por no haber sido suficientemente fuerte como para estar con ella, le pidió que no se preocupara por su hija porque estaba a salvo en la aldea, y que además ayudará a un compañero taimanin periodo en el mundo demoniaco"
"Alto. Dakini, dime, ¿cuándo recibió esta carta Sinmara?"
Dakini me miró y luego suspiro. "Una semana después de encontrarte, uno de nuestros agentes la trajo, pero no le tomes importancia. Alégrate, pudiste tener sexo con la reina de los demonios del…
"¡Silencio!" Una fuerte presión detuvo los labios de Dakini, lo que la preocupó.
"Tarde o temprano te vas a enterar, pero no tienes que…"
"Vete, no me digas nada más que esto ya no me da gracia" Mire a Ana "Ve a nuestro campamento y espérame ahí"
"Pero… comandante…"
"¡Ana!"
"... si, comandante"
Las dos diosas se fueron, una vez a solas desperté a Brunhild y Rossweisse, ellas se mostraron muy cariñosas conmigo a lo que yo respondí con el mismo carrillo, luego Sinmara despertó y fingiendo sorpresa dijo.
"Pero, qué está pasando aquí. Brunhild y Rossweisse, como se atreven a hacer esto en mi carpa, qué clase de capitán realiza estos actos en mí…" Sinmara vio mi mirada, fuerte y seria, que dejó de actuar.
"Chicas" dije mirando a Brunhild y Rossweisse "Gracias por la noche, de seguro nos divertimos mucho"
"Era nuestro regalo del cielo, nuestros cuerpos fueron creados por nuestro dios y solo debemos dárselo a un guerrero fuerte y poderoso"
"De esa forma tendremos niños fuertes y valientes para su servicio"
"Oh, así que de eso se tratara. Bueno, quisas para la próxima termine el trabajo dejándolas embarazadas, pero por ahora quiero estar a solas con Ragnarok"
Brunhild y Rossweisse asintieron con la cabeza, se despidieron de mí y se fueron del cuarto, dejándome a solas con Sinmara. Ella aún estaba desnuda y no se preocupaba por cubrirse, pero en estos momentos no me interesaba tanto verla desnuda, aunque si esto le da vergüenza que así sea.
Que sienta vergüenza por lo que me hizo y por lo que me obliga a hacer.
"Sinmara, cuando me dijiste que las raíces del Yggdrasil eran la única forma segura de cruzar al mundo humano. ¿Realmente me estabas diciendo la verdad?"
"... Sí, no sé por pregunta si ya sabes eso desde el primer día"
"Hace cuatro meses"
"Sí, además, por qué me preguntas eso. Yo no te estoy mintiendo"
La mente de Sinmara se debilita, con confusión, pena y… miedo.
"Si lo que me dices es cierto, entonces no hay nada más que preguntar" Me levanté de la cama, y la mire con indiferencia "Regresaré al frente de batalla, voy a luchar y vencer junto con mis camaradas"
"Espera, no te vayas, es peligroso. Te necesito aquí protegiendo el campamento principal"
"Quedarme aquí sería un desperdicio de mi fuerza y la de todo mi regimiento"
"No, de todos los regimientos del Wailing Demon el séptimo es el más fuerte…"
"Y es por eso que lo llevaré al frente"
"No lo autorizaré orden"
"No importa, tampoco pensaba pedirlo" miré a Sinmara, una mirada vacía y sin alegría, como si fuera una persona desconocida. "Como socios no soy tu subordinado, no estoy en obligación de obedecer tus órdenes o quedarme donde tú quieres. No somos amigos o compañeros de armas, solo colaboradores"
"Hito…"
"Adiós, Ragnarok"
Luego de eso salí de la carpa y me fui al campamento de mi regimiento, Ana me esperaba en mi habitación, ella no me dijo nada, quisas por qué ya sabía lo que estaba pasando. Me vestí con mi equipo de guerrero invernal y me reuní con mi regimiento para un anuncio.
"Hermano y hermanas de armas, desde hoy iremos al frente de batalla a luchar por la victoria. Somos guerreros, y los guerreros no se quedan en la retaguardia esperando una falsa gloria, terminaremos esta guerra y será por nuestra mano. Así que prepárense y síganme a batalla"
Todos los guerreros gritaron con furor, Onís, hombres lobos e incluso las dos valquirias se inspiraron a luchar. Comenzó la marcha en compañía de Ana y Crocell, ella no me preguntó nada porque lo había escuchado todo con sus orejas de bestia, pero la curiosidad o interés por saber más la instigadora a preguntarme.
"Señor, ¿la señora Ragnarok no nos acompañará?"
"No, ya no lucharemos juntos. Y si te preguntas por qué, es muy simples, porque ya no confió en ella"
"Señor… yo, lo siento"
"No te disculpes, tenías una duda y querías una respuesta. Y la verdad siempre sale a la luz"
Ella también te mentiría, hermano, te traicionará. Siempre ha sido así, desde tu anterior vida hasta esta nueva vida, las personas se aprovechan de ti cuando eres vulnerable y por eso nunca debemos serlo.
¿Y crees que soy vulnerable?
Así es como yo lo veo, no confiaste en nuestra fuerza y por eso te uniste a los Wailing Demon como un peón. Fuiste débil, influenciado por dioses y seres menores.
Mira quién lo dice, que aún no te das cuenta de lo que estoy haciendo. No soy un peón, soy un capitán, un comandante. La tribu de hombres lobo y los Onís a mi cargo me respetaron tanto que no dudaron en acompañarme al frente. Ni preguntarme si Sinmara lo autorizó o no.
Así, y que pasara cuando se enteren. Qué pasa cuando Sinmara decide actuar.
Se quedarán, al menos la gran mayoría se quedarán, hemos visto sus mentes y sé que se quedarán. Y con respeto a Sinmara, la verdad eso también está resuelto.
La Reina de los Demonios de Escarcha es muy poderosa, pero emocionalmente débil al punto de recibir consuelo de una ilusión. Perdió a su padre, a su amante, a su hija y ahora tiene que matar a su tío, la única familia que le queda. Con todo esto, y con la responsabilidad de dirigir a toda su raza, Sinmara tendría que volverse alguien fría y estricta para no caer en desesperación. Pero en vez de eso decidió aferrarse a una ilusión, ver en mí a su amante y a un compañero de armas que alguna vez tuvo.
No sé qué clase de relación tuvieron, pero debió ser muy fuerte para dejarla en este estado.
Jajaja, vaya reina, es por eso que te preocupabas tanto por ella.
Sí, me preocupaba, era mi amiga y no quería verla sufrir. Pero ahora… vemos cuatro tiempos aguanta antes de volver a enfrentar su depresión.
…
Al llegar al frente rápidamente mi regimiento se encontró con una legión de no muertos y engendros asediaban la fortaleza que protege nuestra frontera con la facción enemiga. Las defensas de la fortaleza estaban bien equipadas y abastecidas como para durar días de asedio, pero con la llegada de mi regimiento ya no había razón para quedar detrás de las murallas.
Las valquirias saltaron a la batalla, con nuevas armas que la verdad no se de donde sacaron.
Le pedí a Sombra que me prestara su poder, usando su magia entre al campo de batalla envuelto en fuego y electricidad, extendí mis tentáculos como látigos ardientes, destrozado y rostizado a todos mis enemigos. Mi régimen se unió a la batalla y juntos derrotamos a aquella patética legión enemiga. Las bajas eran mínimas, una victoria heroica.
El capitán del sexto regimiento me agradeció, pero antes que dijera más le interrumpí y le ordene que regresara al campamento principal para que se recuperara. Obviamente, el capitán se ofendió e intentó intimidarme con su poder mágico, a lo que respondí de la misma manera rostizandolo vivo en una ilusión mental. El capitán se asustó y decidió retirarse por temor a que esa ilusión se volviera realidad.
Los días pasaron, Ana se encargó de administrar nuestros recursos y yo de enfrentar los ataques enemigos, mejorando mi dominio sobre la alabarda de Gaam y mi control sobre el fuego. Durante los siguientes días, el séptimo regimiento recuperó pueblos y ciudades, trazando una línea directa hacia el castillo principal del tío de Sinmara, hasta que de pronto el quinto y sexto liderados por Sinmara llegaron a la reciente fortaleza tomada por mi regimiento. Ella exigió entrar, y no había razón para negarles el acceso, los dejé pasar.
Cuidado hermano, no muestres debilidad.
Sinmara se reunió conmigo en mi carpa principal, sola, sin guardias o la diosa Dakini que siempre lo acompaña. Ella se veía triste, con los ojos un poco rojos y con un semblante deprimente, ella se sentó delante de mí y me dijo.
"Hola Hito, ya paso una semana y me sorprende que hayas podido avanzar a pesar de ser muy pocos"
"Somos pocos, pero superiores en calidad. Yo personalmente elijo cada uno de mis guerreros confiado en que desempeñaría un buen papel en la batalla"
"Y eso algo que admiro de ti. En el tiempo que pasaste con nosotros, te adaptes y prendiste bien, no nos miraste con desprecio o asco cómo normalmente lo hacen los Taimanin"
"En la guerra, poco importa si eres un demonio o un humano"
"Sí, me alegro de saberlo. Sabes… eres el segundo humano que muestra ese tipo de respeto. Cuando fui al mundo humano a recuperar las semillas del Yggdrasil, un humano me apoyó en mi búsqueda, era un tipo extraño que a diferencia de sus demás camaradas supo entenderme y ayudarme cuando más lo necesitaba. Me protegió y arriesgo su vida por mí, fue… bonito"
"Creí que los demonios de Escarcha eran fríos por naturaleza, que el sentimentalismo no es parte de la cultura de los Onís"
"Y así lo es, ni siquiera mi padre podía demostrarme ese tipo de afecto, aunque me quería con todo su corazón"
"Y ese Taimanin sí, fue por eso que te enamoraste de él"
"De cierta forma, sí, como agradecimiento le di mi virginidad y quedé embarazada. Era la excusa perfecta para quedarme a su lado, formar una familia lejos de las intrigas políticas de mi reino. Durante ocho años, yo y mi hija vivimos en una pequeña aldea de Onís de solo mujeres, recibiendo las visitas de mi esposo una vez al mes. Fueron buenos tiempos"
"¿Una vez al mes?"
"Sí, una vez al mes"
"Creí que al tener una hija con un Taimanin, lo mantendrás en secreto. ¿Cómo fue que tu amante pudo usar las raíces del Yggdrasil para venir a visitarte?"
"Él nunca usó las raíces del Yggdrasil, usamos otro método, abriendo pequeñas puertas demoníacas hacia el mundo humano"
"¿Ragnarock, me vas a seguir mintiendo?"
"... No, la verdad existen muchos métodos para cruzar al mundo humano o comunicarse. La ciudad Puerta es la más grande, pero es usada más por los comerciantes o las mafias criminales"
"Entonces, ¿por qué me mentiste?"
"Yo… no lo sé… Quería volver a ver a mi hija, estar cerca de mi esposo, y pensé que con tu magia de fuego podría terminar esta guerra lo más pronto posible. Pero luego llegaron los engendros, los no muertos, los orcos y… la muerte de mi esposo que yo… que yo…" los ojos de Sinmara comenzaron a humedecerse "Que yo ya no sé qué pensar, medio miedo. Miedo de perder a mi reino, miedo de no volver a ver a mi hija y miedo de perderte a ti. A diferencia de todos los demás, nunca me trataste como una reina o como un monstruo, no me miraste con miedo o con preocupación, me trataste como una amiga, una compañera de armas. Me diste paz cuando estaba por endurecer mi corazón, la verdad no sé qué hubiera pasado si no te hubiera encontrado"
"Posiblemente, hubieras cerrado tus emociones, tu corazón se hubiera endurecido y perdiendo empatía por tus camaradas con el fin de recuperar tu reino. Serías una verdadera demonia, un Demon lord cruel y despiadado, sin poder mostrar emociones como seguramente le pasó a tu padre"
"¿Eso crees de mí?"
"Sí, y la verdad no me sorprendería. Al final es tu naturaleza como demonia de escarcha, ser fría y agresiva, sometiendo a todo con tu poder abrumador"
"Es lo que las tierras del hielo y la nieve necesitan, de lo contrario los demás Demon Lord nos invadirán si demuestro debilidad, pero... soy un fracaso"
"No, aún no lo eres" me acerqué a ella y le levanté la mirada. "Aún puedes convertirte en una verdadera Demon lord, pero a tu manera siendo tú misma y no como los otros esperan que seas"
"Pero si me convierto en eso, mi hija me temerá y tú también" "Por favor, no digas tonterías, tu hija te entenderán por qué es tu hija y con respeto a mí… bueno. Ya pude conocer a una Demon Lord cruel y sádica, por lo que no creo que puedas ser más malvada que ella"
"Entonces… ¿Podrías perdonarme por haberte metido en estos cuatro meses?"
"No"
"Ah, por qué no"
"Porque me lastimaste Sinmara, confié en ti y me traicionaste. Eso no sana con facilidad"
"Realmente estoy muy avergonzada por mentirte, si hay algo que pueda hacer para compensarlo lo are"
"Bueno… si hay algo que puedes hacer"
"¿Qué cosa?"
Di una leve sonrisa y me recosté en el suelo, me quité los pantalones y le mostré mi verga a Sinmara.
"Quiero que me la chupes de la misma forma que lo hiciste cuando Dakini nos hechizó"
"¿Qué?" su cara se puso rojas "Yo, yo no recuerdo haber hecho eso"
"Vamos, hazlo, solo así te perdonaré y quizás nos volvamos más cercanos"
Sinmara lo dudo por mucho tiempo, pero al final accedió. Se quitó parte de su ropa y se acercó hacia mí. Usó sus enormes tetas para masajear mi verga con sumo cuidado, luego usó su boca para chuparla mientras seguía moviendo sus tetas.
"Valla, eres muy buena en esto Rag-chan"
"No… me digas Rag-chan…"
Cuando mi verga se puso completamente dura, Sinmara aumento la velocidad y la fuerza de su boca, succionó con más fuerza hasta que finalmente me bine en su boca. Ella aguantó toda la carga, tragando todo mi semen hasta la última gota, para luego limpiarlo con su lengua.
Mi semen la mojo y sin que se lo dijera se lanzó sobre mí, me quitó la ropa y me besó. La ataque con el beso de la muerte, 30 hits en 10 segundos, sin tomar nada de alcohol. Nunca pensé que Sinmara sería tan salvaje, no le importo que mi verga, agranda y engrosada por la exposición a la magia demoníaca y al miasma demoníaco, fuera demasiado para su coño. Sinmara simplemente se la metió lentamente hasta comérsela por completo.
"Mierda, realmente estás apretado. Rag-san, realmente estás de acuerdo, una vez que comience no podré detenerme"
En los ojos de Sinmara aparecieron unos corazones rosados. No me dijo nada, solo se mordió el labio mientras meneaba sus caderas.
"A la mierda, vamos"
Comencé a mover mis caderas y ella también, empujando su útero con cada embestida, provocando que gimiera de placer. Como si hubiera sido poseído por algún demonio del sexo, comencé a moverme más rápido, devastando sus entrañas con mi verga hasta que al final nos venimos al mismo tiempo.
"¡¡¡¡Aaaaaaaahhhh!!!!!!" Grito de placer.
Por un momento vi a Dakini y a Ana por la ventana de la tienda, lo que explicaba mucho, pero la verdad ya no me importa. He, he, he… Con esto se puede decir que conquiste a la Reina de los Demonios de Escarcha, convertirla en mi perra, me brindara acceso a su poder y a su influencia en el mundo demoníaco.
"Oye…" dijo Sinmara jadeado "Un poco más, dame más"
"Sí, mi reina"
Agarre los muslos de Sinmara y la cargue, penetrando su cuerpo sin piedad y desbastando su útero con la punta de mi verga. Tenía mucha energía y mi lívido nunca estuvo tan alto, por alguna razón tenía muchas ganas de dejarla embarazada, así que comencé a bombearle semen adentro de su útero para asegurarse de que quedara embarazada.
Sinmara no se quejó, más bien me alentó a que siguiera.
"¡¡Sí!! ¡¡Quiero tener a tu hijo!! ¡¡Lléname más de semen!!"
La noche aún es larga y mi lujuria aún más, realmente no esperaba esto, pero me gusta.