Chương 30: Capitulo 30: El cazador y la Bruja
Nota del autor:
Gracias a todos los que me leen, por favor no se olviden de dejar sus piedras de poder, reseña y comentario.
-Lidenskap
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Estación de Metro de Kioto, Prefectura de Kioto, 20 de Junio de 2005, 10:40 PM
—¡HIJO DE PUTA!—
Un grito histérico resonó en este mundo de llamas y muerte.
Una hermosa joven rubia vestida con un uniforme japonés de invierno(gakuran) y una armadura negra encima de su uniforme se encontraba luchando por su vida contra una bestia.
Corriendo mientras hacía señas con las mano y espadas se creaban a su alrededor para luego ser bombardeados a su perseguidor, humo surgió por el impacto pero de esta emergió el lobo negro, corriendo de forma cuadrúpeda con desenfreno mientras había una espada en su hocico que poco después destrozo con sus dientes y colmillos afilados como navajas.
Harta de huir, Jeanne extendió sus brazos y junto sus palmas como si atrapara una mosca.
Espadas surgieron del suelo calcinado para empalar a la bestia pero estas solo se rompían al mínimo contacto del pelaje oscuro, lo único que conseguía era enfurecer aún más a la bestia oscura.
Siendo que el lobo se pusiera más frenético y ansioso por desgarrar y mutilar a la mujer frente suyo.
Pero las espadas no paraban de surgir del suelo, era tal la cantidad de espadas que emergían del suelo que llegó al punto en que la vista del lobo demoniaco se vio obstruida por un imponente muro hecho de espadas que emitían energía sagrada, la bestia había sido encarcelado por todos lados por el muro de espadas pero esta no cedía en su intento de destrozarlo para alcanzar a su presa.
El muro comenzó a presionar al lobo quien comenzaba a agitarse por el consumo rápido de oxígeno, el constructo comenzaba a comprimir a la bestia en busca de reducirlo a papilla por la presión y dejar menos orificios para que el aire entrara. La bestia aulló y sus músculos se hincharon para poder resistir; aunque las cuchillas no podían atravesar su piel, si le causaba dolor al sentir como su cuerpo era comprimido fuera de sus límites.
Se oyeron los ligeros sonidos de huesos crujir y romperse.
Jeanne al oír a la bestia en aprietos decidió aumentar la apuesta y cambió la seña de sus manos de una forma de maza a palma abierta contra palma abierta, las puntas del dedo índice y pulgar tocando las otras puntas de su mano otra mano.
—[Balance Breaker: Judgment of…]— Dijo con esfuerzo mientras apretaba los dientes, como si en sus manos contuviera algo que buscara escapar.
Llamas malditas comenzaron a rodear el muro comprimido que acarcelaba al lobo negro, la temperatura dentro de los muros había alcanzado un nivel absurdo aun cuando el oxigeno ya había sido consumido hace poco por el fuego y el mismo lobo, el metal de las espadas se habían vuelto al rojo vivo pero aun así las cuchillas no se derritieron. Jeanne estaba cocinando vivo al lobo, las llamas comenzaron a penetrar a como dé lugar las espadas para llegar dentro del muro aun cuando ya no había oxígeno por el cual se mantengan viva la llama.
Un ruido retumbante y distorsionado por el metal llegó a los oídos de Jeanne.
El metal de las espadas comenzó a crujir, el acero comenzó a deformarse en las formas de puños y patadas, Los aullidos y rugidos distorsionados comenzaron a escucharse cerca, el ruido comenzó a aclararse, un indicio de lo cerca que está la bestia de liberarse de su prisión.
Aun con todo eso, Jeanne seguía concentrada en las señas de su mano, parecía que ella se estaba esforzando por mover sus manos, como si algo pesado quisiera romper la posición de sus dedos, pero poco a poco las señas de las manos cambiaron. De palmas cerradas a una forma triangular mientras la punta del pulgar tocaba al otro y las puntas del dedo índice sin separarse se hundían y señalaban hacia abajo, formando un triángulo con un corazón en el centro.
—[...Fafnir]— Terminó de recitar el verso, sangre comenzó a salir de su nariz mientras una sonrisa viciosa aparecía en su rostro.
Las llamas de todo el lugar se congelaron.
El mundo se detuvo, un rugido estruendoso retumbó en el mundo de Jeanne.
Una marea de fuego de todo el mundo se abalanzó sobre el muro de espadas, un rugido de dolor resonó mientras las espadas que aprisionaba a la bestia comenzaban a cambiar, sus cuchillas comenzaron a teñirse de un color negro como la obsidiana, sus auras santas se corrompieron y llenaron de malicia, con este cambio las cuchillas lograron lo que hasta el momento era imposible.
Comenzaron a perforar la piel del lobo.
Su sangre comenzó a ser drenada ávidamente junto a la energía demoníaca desbordante de su cuerpo, y de forma cruel y sanguinaria estas desgarraron, desmembraron y cortaron brutalmente el cuerpo del lobo negro mientras la marea de cuchillas y llamas malditas se dirigían a los cielos.
Dejando a un lobo demacrado y apenas en pie, partes de su gran cuerpo faltaban, todo el torso izquierdo y el lado derecho de su rostro habían desaparecido.
Pero a pesar de su estado, algo había aparecido repentinamente mientras flotaba frente a la bestia dejando un mensaje, un cuadro translúcido azul que aparentemente era invisible para Jeanne pero no para la bestia. En él había mensajes tras mensaje que no paraban de aparecer frente al lobo.
[¡Se ha detectado invasión no autorizada!]
[…se han registrado la invocación de dos espíritus no residentes del mundo...Error]
[...Se ha detectado materialización forzada de un espíritu…se ha logrado evitar la materialización completa del espíritu restante]
[Se ha emitido misiones de emergencia:
-Misión: Recreando la leyenda de los Nibelungenlied y el Völsunga.
Objetivo: Mata o evita el renacimiento completo del dragón maligno Fafnir.
Recompensa: Balmung (Rango A+)
Penitencia: Bloqueo de bendiciones(Temporal: 1 hora), posible muerte(A manos del dragón).
-Misión: Enfrentamiento entre la Santa y el Dragón
Objetivo: Derrota a la santa doncella.
Recompensa: Mejora de estadísticas, desbloqueo de habilidad [Drive (Rango C)]
Penitencia: Bloqueo de beneficios del linaje Werewolf.
-Misión: Conspiración Kioto SOS
Objetivo: Investiga, descubre y mata al causante de la apertura de la brecha entre mundos.
Recompensa: Mejora de Linaje(Fenrir/Demoniaco), ¿?.
Penitencia: Muerte(A manos del causante)
]
Pero a pesar de las ventanas emergentes la bestia ignoró todas esas notificaciones a favor de observar atentamente a su presa, Jeanne.
Una "Luna" hecha de acero, fuego y carne del pecador se había formado en los cielos, esta conglomeración en lo alto del cielo de alguna manera enviaba un mal presagio a quien lo viera pero para Jeanne era un momento de felicidad y éxtasis.
En el centro de la "Luna" se formó una grieta fosforescente en la vaga forma de una cruz, esta comenzó a extenderse mientras comenzaba a pulsar energía, pequeñas rafagas de fuego azul emergian de la grieta que ahora parecía más una especie de grabado cuando Jeanne hablo.
—...por fin lo logre…— Su sonrisa partía y deformaba el hermoso rostro de Jeanne, sus ojos fanáticos, ansiosos al ver la esfera comenzar a cambiar, como si fuera una especie de útero gestando una colosal criatura.
—...¡Fenrir, ven nuevamente a mi lado, quema a mis enemigos como lo hiciste en Francia!— Bramo efusivamente con una sonrisa desquiciada.
Sus ojos dorados pálidos volvieron a la forma demacrada del lobo.
Ojos azules cansados miraron a los vivaces ojos de Jeanne.
—Quema al imbécil frente a mí, como lo hiciste con los que me traicionaron.— Dijo con una sonrisa calmada y voz serena.
Su rostro apacible y benévolo mientras decía crueles y macabras palabras.
Y como si fuera una especie de señal, la "Luna" gestante en el cielo comenzó a deformarse y adoptar una forma más cuadrúpeda, la forma de su cuerpo se alargó de la anterior forma esférica mientras el sonido chirriante de acero chocando y deformandose sonaba por todo el lugar hasta que la masa de acero oscura cayó de los cielos frente a Jeanne.
Fue ahí que ella notó una anormalidad.
La masa de acero y fuego maldito comenzaba a desmoronarse pero cuando sucedia, las llamas surgían para reparar el daño.
Un constante ciclo de regeneración y degeneración.
Esto por supuesto dejó confundida y furiosa a Jeanne, mientras se acercaba a la masa de acero se percató de algo en la conglomeración que parecía provocar la decadencia de Fafnir.
Su rostro se oscureció por el flequillo de su cabello rubio pálido.
El chirriante sonido de metal acompañaba al rechinar de dientes.
—...Tú…perro sarnoso, TÚ eres el responsable de esto.— Dijo eufórica, sus puños se cerraban y abrían constantemente, sus guantes chirriaban por el acero de su armadura.
Jeanne levantó su mirada, su rostro deformado por la ira mientras se acercaba a pasos acelerados al lobo moribundo. Su puño se levantó para asestar un golpe al medio rostro restante del lobo.
Pero antes de que el puño de la bruja tocara el rostro.
Alguien agarró su muñeca, deteniendo su puñetazo.
—Eh?— Jeanne dijo confundida mientras observaba incrédula como las heridas del lobo comenzaban a regenerarse de forma sorprendente mientras el vapor salía de su cuerpo. Todas las partes faltantes o mutiladas volvían a crecer desde los muñones o de lo que quedaba mientras el agarre en su muñeca se intensificó.
Un gruñido salió del lobo mientras sus ojos miraban fijamente al de Jeanne.
Con un rápido movimiento del lobo, quiso destruirla en ese mismo instante pero para frustración del lobo fue detenido por una espada plateada ornamentada.
—Demonio, perro o lo que rayos seas, no creas que caeré fácilmente.— Gruño Jeanne mientras sostenía su espada sagrada.
Un rápido movimiento de ella cortó la mano que sostenía su muñeca para consternación del lobo y por primera vez en toda la pelea, el lobo habló.
—...Débil, eres débil por negarme...no podrás hacerlo por mucho tiempo…somos lo que somos…— Un susurro gutural y ronco, sus ojos nunca miraron a Jeanne sino a al muñón donde estaba su mano que no se regenera aun cuando el vapor salía de la extremidad faltante.
Esto enfureció a Jeanne, al ser ignorada y pensar que una mera bestia se atrevía a despreciarla. Ella se preparó para un nuevo asalto pero fue repelida por una rafaga de energia maldita que se originaba del lobo pero de alguna manera y sin que ella se diera cuenta, toda esa energía que pasaba a su alrededor era rápidamente absorbida y asimilada por la masa amorfa de acero que intentaba mantenerse unido por la constante regeneración que ofrecía las llamas malditas.
Terca y obstinada se acercó a la bestia que provocaba esta tormenta de energía demoníaca, en un intento de disipar la tormenta balanceo con fuerza su espada y de esta emergió llamas malditas para contrarrestar.
Y efectivamente las llamas devoraron la energía demoníaca, fortaleciendo sus llamas, cesando la tormenta pero fue ahí que se escuchó una voz cansada y burlona.
—...Hey perra, segundo round?— Era Maxwell quien se había burlado de ella, su rostro agotado y sucio, vestido con tan solo sus pantalones jean negro algo quemados y sus botines chelsea desgastados, su transformación había terminado pero parece que hubo consecuencias al regresar a la normalidad, su cabello anteriormente blanco ahora había retornado a su antiguo color, negro azabache, pero sus ojos aun seguían siendo azules.
Pero a pesar de la burla de Maxwell, el rostro de la bruja se oscureció por unos instantes antes de disipar su espada sagrada.
Con ello, todo el mundo comenzó a colapsar y desmoronarse.
Ella comenzó a retirarse sin mirar atrás antes de detenerse por unos instantes y dejar algunas palabras.
—...Veo que tienes tantas facetas en ti, pero una cosa no cambia…eres un hombre de pecado, no tienes redención.— Jeanne musito mientras volvía a retomar su camino, la plaza, hoguera, catedral y todo lo que conformaba el mundo de la bruja se desmoronó para dejar a la paso al mundo real, el metro subterráneo de Kioto, alejándose con burla y desdén en sus palabras, mientras caminaba el sonar de los tacones de sus botas de acero retumbaban en los oídos de Maxwell, ella se dirigía hacia Cao Cao y compañía.
—Oh? Has logrado mantener esa barrera tuya por 15 segundos mas que la anterior, felicidades Jeanne.— Felicito Cao Cao sentado perezosamente en el banco del metro subterráneo, al verla con algunos rasguños pero intacta la elogio con una sonrisa apacible, pero la susodicha solo chasqueó la lengua con disgusto al oírla y ver su sonrisa.
Una notificación apareció frente a un aturdido Maxwell.
[Has fallado]
[Misión: Recreando la leyenda de los Nibelungenlied y el Völsunga]
[Fallida.]
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