—¿Dónde están? —preguntó Viper al hombre corpulento a quien había pedido seguir tanto a Ethan como a Erika desde que se habían ido a España—. Lucas —llamó Viper cuando el hombre no le respondió y simplemente movió sus ojos nerviosamente—. Dime que están bien —exigió Viper.
—Los bebés están bien —respondió de inmediato Lucas, temiendo que Viper pudiera dispararle allí mismo con una pistola—. Pero los conductores del camión golpearon el coche demasiado fuerte y ahora la señora está inconsciente. No pudimos llevarla al hospital pero su cabeza está sangrando profusamente —respondió Lucas—. Están dentro de la habitación pero he llamado a un doctor para que los atienda. No te preocupes, los hombres han amenazado al doctor para que no se atreva a revelar nada —respondió Lucas apresuradamente, como si estuviera un segundo tarde, ya habría un agujero en su cabeza.