Zoran frunció el ceño al ver los ojos de Dahlia llenos de lágrimas.
—Supongo que no escuchaste a través de la pulsera cuando la Vidente Tarah compartió todo acerca de la visión ese día —murmuró débilmente Dahlia.
El ceño de Zoran se acentuó. Dahlia ya le había contado cómo la Reina Mineah había pedido al Vidente de Ebodia que comprobara si una visión se presentaría una vez que ella tocara a Dahlia. Estaban intentando encontrar todas las maneras posibles de ayudarlo y Zoran realmente apreciaba estos gestos amables. Sin embargo, ya podía adivinar que esta visión no era algo bueno debido a cómo Dahlia estaba reaccionando ahora.