"Dani frunció el ceño mientras miraba el vasto océano ante ellos. Aún les quedaban dos días para llegar a Valcrez. Dejó escapar un pesado suspiro mientras comenzaba a caminar cerca de la parte trasera de la cubierta principal, esperando que hacerlo aliviara sus preocupaciones.
—¿Todavía te preocupas por nuestra reina? —preguntó Taro, como si hubiera aparecido de la nada—. Ya te dije que ella está sana y salva con nuestro Rey en la Isla Valcor.
—Lo sé, ¿y supongo que acabas de llegar después de llevar a Su Majestad el cofre de sus vestidos que te di? —preguntó retóricamente. En realidad, ya sabía lo suficiente para saber que su Reina estaba bien. Lo que realmente la atormentaba en ese momento era el Canciller Abel... Todavía desconfiaba de él a pesar de todo lo que había hecho por ellos. De alguna manera, no podía evitar sentir que aún les ocultaba cosas.
—Entonces, ¿por qué pareces agotada, señora Dani? —tarareó Taro.