Yorian se dirigió a la sala, donde Arlan, Seren y Drayce esperaban noticias. Dada la renuencia de Oriana a interactuar con Arlan, decidieron que Yorian interactuara con ella ya que él era la persona más cercana a ella como un amigo.
—¿Qué has descubierto? —preguntó Drayce, su tono lleno de anticipación.
—Nada satisfactorio. Ustedes dos ya deben haberlo escuchado mientras estaban sentados aquí —respondió Yorian, solo para oír a Arlan decir con un ceño fruncido:
—He perdido el tiempo por nada —y se levantó para irse.
Arlan lo miró y oyó que él decía:
—Realmente está pasando algo en su mente. Ten cuidado.
—No tengo que tener cuidado con ella —replicó Arlan despectivamente.
El ceño de Yorian se frunció preocupado. —Entiende que ella ya no es simplemente la Oriana de siempre, sino alguien diferente.
—Para mí sigue siendo la misma —declaró antes de salir sin más preámbulos.
Al ver partir a Arlan, Yorian exhaló profundamente, murmurando para sí mismo: