Yorian materializó en la habitación de invitados de la mansión de Erich. Esta vez, se abstuvo de preguntar acerca de las recientes visiones de Oriana. Estaba convencido de que debió haber sido una experiencia angustiante para ella, pero deliberadamente eligió no ofrecerle consuelo esta vez. Ella necesitaba enfrentar y manejar esos desafíos de manera independiente, para endurecerse. Entendió que no podía estar siempre allí para ofrecer solaz. Eventualmente, tendría que alejarse de su lado, y no quería que ella siguiera siendo vulnerable cuando lo hiciera.
Oriana tenía que aprender a abordar los asuntos por sí sola, especialmente aquellos con repercusiones emocionales. Afectarían una o dos o tres veces, pero con el tiempo, construiría resistencia y se volvería inmune a tácticas manipuladoras, fortaleciéndose no solo físicamente sino también emocionalmente, una habilidad vital al tratar con la bruja astuta. Como reina, tenía que desarrollar fortaleza emocional.