—¿Nos está llamando falsos, Su Alteza? —preguntó uno de los primos.
Oriana respondió —Deberían preguntarse qué son ustedes.
—Así que, Su Alteza, ¿está sugiriendo que disfrutó de la vida en la naturaleza y no aprecia el lujo que ahora tiene como Princesa Heredera en el palacio? —preguntó otro con confianza en su contraargumento—. Usted, vestida con estas ropas lujosas y adornada con joyería, teniendo sirvientes a su disposición, disfrutando de los mismos lujos que nosotros, ¿no significa ello su intento de convertirse en uno de nosotros?