"Arlan regresó a la mansión de invitados de Griven. En el momento en que bajó de la carroza, su mirada buscó a Oriana, que tenía la cabeza gacha al igual que los otros sirvientes que esperaban para darle la bienvenida.
Su mirada se posó audazmente en su boca, provocando un leve sonrisa en sus labios. No podía esperar a que llegara la noche para volver a probar aquella dulzura.
Sus sentimientos hacia su pareja se volvían cada vez más difíciles de manejar a medida que pasaba el tiempo.
—¿No está bien robar un beso o dos, verdad? La forma en que ella responde incluso dormida, ella no parece no estar dispuesta tampoco.
Sin embargo, una pequeña parte de su corazón ansiaba el día en que pudiera mostrar abiertamente su afecto por ella.
Al regresar al interior y comer su comida del mediodía, Arlan fue a su estudio mientras que Oriana era requerida por la delegación Megarisiana. Arlan le permitió irse, ya que Drayce ya había dado a conocer sus intenciones con antelación.