—Oriana sabía que estaba mal, similar a vender su alma al demonio, pero ¿qué más podría hacer? No podía permanecer ignorante e indefensa, esperando a que apareciera quién sabe cuándo otra bruja capaz de enseñarle. Tenía que actuar, aprovechar esta oportunidad. No le importaba por lo que tendría que pasar, o incluso si fuera culpada de patrocinar al enemigo.
—Como dice el refrán, el fin justifica los medios. Para su abuelo, Oriana hizo todas las temeridades que podrían haberla matado hasta ahora. Violó y robó el grupo de comerciantes en la Isla Azures. Estafó a mucha gente, desde sus propios amigos de la aldea hasta la nobleza de Karlin, incluso llegó a engañar a la familia real. Todo lo demás era insignificante.
—Ahora, aparte de Phil, una nueva persona había roto la barrera que Oriana se había impuesto. Era Arlan, y para protegerlo, era necesario que supiera cómo usar sus poderes. Para eso, no le importaba adentrarse en la guarida de los enemigos.