"Arlan y Drayce, que todavía estaban discutiendo dentro de la sala de dibujo, escucharon la pequeña pelea entre Oriana y Rafal. A Arlan le divertía presenciar a Oriana cada vez más irritada, y para cuando terminó el tratamiento, la sonrisa en su rostro se amplió.
—¿Estás orgulloso? —comentó Drayce—. Te tocó una fiera
—Lo feroz es bueno —respondió Arlan—. Interesante de domar
—Me pregunto si al final serás tú el que terminará domado —replicó Drayce.
—No soy como tú —replicó Arlan.
—No olvides que ella es tu pareja —advirtió Drayce.
—No la mía. Soy un humano y no tenemos tu concepto de compañeros —se defendió Arlan.
—Veremos —sonrió burlonamente Drayce—. Esperaré el día en que te tragues tus propias palabras
Arlan se burló de él. —Lo único que quiero es su presencia —aseguró.
—¿Y su aroma? —insistió Drayce.
—Viene con su presencia —contestó Arlan.
—¿Seguro? —Esos ojos rojos parecían divertidos con su negación—. Es un aroma solo único para ti