Oriana se sintió aliviada de tener al menos un día para descansar. Mirando hacia atrás, durante los últimos dos meses, parecía que casi nunca había estado en casa, y cada vez que se despedía de su abuelo, se aventuraba más y más lejos.
—Tendré que informar a Su Majestad sobre el plan de partida mañana. La Reina desea organizar un pequeño evento antes de que partamos hacia Othinia.
—Haz como dice Madre —respondió Arlan.
Lucas asintió y continuó informándole, —De los que nos acompañan, tenemos al Ministro de Asuntos Exteriores como tu asesor, así como un equipo de eruditos diplomáticos que se especializan en comercio internacional y política. La corte real te otorgó poder para tomar decisiones en nombre del reino y...
Los hombres continuaron hablando de varias cosas.
Pronto, el príncipe despidió a su asistente, con la intención de salir del palacio. Oriana decidió hablar mientras Arlan salía del estudio.
—Su Alteza, ¿puedo hablar una palabra con usted? —inquirió Oriana.
—Puedes.