—¡El golpe repentino dejó atónito a William!
Pensó que, dado que Franco estaba aquí para causar problemas, definitivamente plantearía sus solicitudes antes de negociar los términos.
Pero el amenazador Franco frente a William no actuó en absoluto de acuerdo con lo que él había imaginado, y en cambio lo abofeteó en la cara sin decir mucho.
Franco estaba a cargo de administrar un local de entretenimiento que ofrecía servicios relacionados con vicios, así que definitivamente era duro y fuerte. Su bofetada hizo que un lado de la cara de William se enrojeciera e hinchara de inmediato. Incluso había un corte obvio en la comisura de sus labios, por el cual fluía un chorro de sangre. Su cabeza entera estaba zumbando.