"Los dos maestros encargados de supervisar sostenían documentos de examen sellados y dijeron solemnemente:
—Deben ser buenos estudiantes en su escuela si pueden venir a hacer el examen. No hablaré más sobre las reglas del examen, entreguen todos sus dispositivos electrónicos y teléfono. Si se descubre, no es una cuestión de descalificación para el examen. Su archivo también se registrará, y su examen de ingreso a la universidad dos meses después se verá afectado.
—Además, hay cuatro cámaras de vigilancia en el aula. No se permiten susurros durante el examen, y lo mejor es que guarden sus pequeños movimientos. No intenten tener suerte. Cada uno de sus movimientos durante el examen será supervisado.
—Todos son buenos estudiantes, no diré mucho más. Hagan bien el examen, ¡pueden hacerlo!
Dicho esto, uno de los dos maestros revisó la información del examen y el otro comenzó a repartir los papeles.