Se propuso desarrollar la píldora divina para alcanzar el pináculo del éxito.
Estaba claro que requeriría una cantidad inmensa de recursos.
Los osos de escarcha servían como la hierba espiritual que Braydon Neal cultivaba.
Esencialmente, en este mundo, todo podía ser aprovechado en el poder de los cinco elementos, luego transformado en yin y yang, y finalmente engendrando Qi del caos primordial.
Este camino abarcaba la rectitud, la malevolencia y lo demoníaco.
De repente, Braydon despertó a la realización de que su camino no podía ser compartido con extraños, y mucho menos aceptar discípulos.
Su viaje implicaba sacrificar las vidas de la gente común para alimentar su cultivo con Qi del caos primordial.
Alternativamente, podría implicar sacrificar mundos enteros, o adoptar un enfoque más recto absorbiendo hierbas espirituales para ayudar en el cultivo.
Reflexionando sobre su pasado, Braydon admitió suavemente: