—Una de las cosas más dolorosas en el mundo es ver a la mujer que amas, feliz con alguien más —suspiró él.
—Siempre temí que esto sucediera. Especialmente el hecho de que estaba allí para presenciar lo que estaba ocurriendo —admitió—. Destroza mi corazón en mil pedazos, casi haciéndome querer llorar de impotencia y frustración al saber que una vez fue mía pero desperdicié la oportunidad y rompí su corazón, y ahora ella ha encontrado consuelo en los brazos de otro hombre, me quedó sin opción más que observar su dulce y encantadora sonrisa mientras camina lentamente hacia la parte inferior de las escaleras donde un guapo Adonis espera su descenso, como un novio que espera impaciente a que su novia llegue a su lado.