Al final, después de pensarlo unos minutos y preguntar la opinión de los demás, Bai Zemin logró llegar a la conclusión final de que realmente no había mucho en qué pensar aunque había muchas cosas que considerar, lo cual era bastante irónico desde su punto de vista.
Si bien es cierto que Bai Zemin necesitaba considerar el alto, si no inevitable, casi total destrucción del Destructor del Cielo si una batalla entre existencias poderosas estallara en su interior, así como el hecho de que la seguridad de sus subordinados y su hermana no podían ser garantizados en tales circunstancias, la realidad era que las mayores posibilidades de que sobrevivieran y el Destructor del Cielo saliera indemne solo ocurrirían en caso de que se pudiera evitar la guerra.