Al final, Sunny no logró que el espectro dijera algo informativo. Como de costumbre, todas las respuestas que recibió fueron vagas y engañosas, o insultos directos que no tenían nada que ver con la pregunta.
Más tarde, con un ánimo sombrío, dejó la sombra del árbol sagrado y caminó alrededor del barco, examinando su estado. Sunny se sentía extraño a la luz de las cosas que había aprendido y sospechaba que eran ciertas.
—Ah, es exasperante.
Parecía haber tropezado con la verdad, o más bien, con un gran pedazo de la verdad. Sin embargo, todavía faltaban muchas partes, y esas eran las partes que contenían las respuestas más importantes.
Su mente giraba, formulando una teoría infundada tras otra. Sunny no podía discernir el verdadero significado de todo, pero lo que logró hacer fue agotarse mentalmente por completo.