Un momento después, un rugido ensordecedor de enormes eslabones de hierro desgarrados retumbó en toda la isla, la cual se elevó unos cuantos metros y de repente, se detuvo abruptamente.
Sunny chilló, sintiendo el Aplastamiento atacarlo con aún más fuerza devastadora.
—¡La cadena... la cadena está fallando!
¿Por qué sucedió tan pronto?
Durante unos momentos, no sintió más que pánico puro y bestial. Luego, se obligó a recuperar el control sobre su mente y lanzó una mirada desesperada hacia el borde no tan lejano de la Roca Retorcida.
¿Sería capaz de escapar a tiempo?
Se detuvo por un momento, luego apretó los dientes y ordenó a una de las sombras deslizarse de su cuerpo al suelo.
Tan pronto como lo hizo, un grito ahogado escapó de sus labios. Fue como si un martillo gigante golpeara su cuerpo, haciendo temblar y gemir cada hueso en él. Sunny giró la cabeza hacia un lado y escupió un puñado de sangre.
—Maldita sea todo...