—Anastasia —Brad se precipitó dentro de la casa de botes—. Mierda...
Hizo una pausa durante una fracción de segundo cuando vio a Britney y retrocedió frenéticamente. Su cuerpo se congeló momentáneamente, una ola de miedo le recorrió como un shock eléctrico. Agarrándose al marco de la puerta para apoyarse, luchó por mantenerse en pie ya que sus piernas amenazaban con fallarle.
La vista que hizo que su sangre se helara. Britney yacía inmóvil en el suelo, sus ojos cerrados y su cuerpo inerte. Anastasia se acurrucaba junto a la cama, sus ojos rojos e hinchados, su cara surcada de lágrimas. La atmósfera estaba cargada de miedo y ansiedad, y el silencio era opresivo.
—¿Qué mierda es esto? —Las palabras escaparon de los labios de Brad como un susurro ahogado, la gravedad de la situación haciendo su voz casi sin aliento.