—No me digas que apenas estás saliendo. ¿O se te olvidó llamar y ya estás en casa? —preguntó Jade con un puchero cuando recibió la llamada.
Aunque había querido llamar para averiguar si él se había olvidado de llamarla, se había contenido, queriendo esperar a ver si y cuándo él llamaría.
Él podía prácticamente escuchar el puchero en su voz, aunque no podía verla.—La conversación con Tom duró más de lo planeado. Lo siento —dijo Harry pensando que ella estaba molesta porque él la había hecho esperar tanto tiempo.
—Así que realmente estás saliendo ahora ¿no es así? Ya ha pasado más de una hora, y debes estar exhausto —dijo ella, preocupada por él aún estando fuera cuando había parecido tan cansado antes.
Se le estrujó el corazón por la preocupación de ella y sonrió. —No te preocupes, abogada —la aseguró, su voz se suavizó—. Estoy bien. Llegaré a casa enseguida. ¿Qué has estado haciendo? —preguntó con curiosidad.