Heaven se sorprendió al ver a Zarin. ¿Qué estaba haciendo aquí?
Se acercó a él. —Zarin, ¿qué te trae por aquí?
—He estado pensando y... me di cuenta de que no he sido un buen amigo. Sé que esta misión es importante para ti. Solo quiero estar contigo esta vez y apoyarte. —dijo.
—Lo siento, Zarin, pero no puedo llevarte conmigo. Necesito hacer esto sola. No será impresionante si llevo a un hombre conmigo. Me hará parecer débil. Solo llevaré a mis guardias conmigo. —explicó.
—Entonces te seguiré como tu guardia. —insistió.
Heaven sabía que él no dejaría de insistir. —Está bien entonces. —dijo, dirigiéndose a Oliver—. Oliver, por favor trae ropa más adecuada para Zarin, así parecerá como cualquier otro guardia. Proporciónale un caballo también.
Zarin la miró, confundido. —Puedo teletransportarme allí. —susurró.
—Si quieres seguirme como mi guardia, sígueme como cualquier otro guardia. —le dijo.