Actualmente, Iree estaba haciendo todo lo posible por acercarse al panel de control. Sin embargo, un gran obstáculo se interponía en su camino en forma de un Dalki de dos puntas. Tenía su lanza de sangre desenfundada y sus manos la sujetaban firmemente, mientras el pequeño corte que había hecho en la palma de su mano seguía suministrándole gran poder.
—Tal vez hubiera tenido una oportunidad contra un Dalki de una espiga por mi cuenta, pero uno de dos puntas podría estar fuera de mi alcance, incluso con el poder de esta increíble lanza.
Sin embargo, había una cosa segura, no podía darse el lujo de darle la espalda a un enemigo como este. Iree estaba observando cuidadosamente los movimientos del Dalki. Sonreía y se acercaba a ella. Utilizaba su larga lengua para lamerse alrededor de la boca, disfrutando del miedo que estaba creando.