No había gritos, ni llantos, ni temblores, nada. Todo lo que se podía escuchar era el silencio mientras las dos chicas permanecían juntas en la habitación. Cia hacía todo lo posible por evitar el contacto visual, y Layla simplemente no sabía qué estaba pasando por su mente en ese momento.
Acababa de contarle a Cia todo acerca de sí misma, así como de ella.
Cómo no sabía mucho sobre el pasado de Cia, pero que ambas solían trabajar para la organización terrorista conocida como Puros. Incluso más tarde reveló el hecho de que Layla se había separado del grupo y ya no formaba parte de ellos.
Al escuchar todo esto, Cia realmente no sabía cómo reaccionar. Cuando se enteró de sí misma, realmente no sabía qué esperar, pero ciertamente no era esto. Además de todo, aunque Layla le estaba contando todas estas cosas y ella lo creía, aún no se sentía real.