Los dos se habían reunido en el parque, no solo para una charla informal y una tarde tranquila, sino que había un objetivo en mente. Y aunque Quinn usualmente encontraba a Layla obsesiva, parecía que su loca y extraña personalidad sería útil en esta ocasión.
El propósito principal de hoy era averiguar si había alguna forma de reducir el efecto que el sol tenía en el sistema o incluso detenerlo temporalmente por completo, y no había nadie mejor que Layla para el trabajo. Ella sabía todo sobre los vampiros, ya que creció leyendo sobre ellos.
Ella ordenó cualquier cosa que pensó que podría haber sido efectiva.
Quinn miró todos los objetos que había traído, luego notó que había algunas cosas más en el suelo con ella. Había una cruz de metal, un clavo de olor y hasta una pieza de joyería de plata.
—Oh, esos son para más tarde —dijo Layla avergonzada al notar a Quinn mirando sus cosas—. También deberíamos tratar de averiguar si tienes otras debilidades de vampiros normales.