La mujer que estaba junto a Peter tenía el pelo largo plateado que llegaba hasta su cintura. En su cabeza, llevaba una boina y a su lado estaba su estoque de confianza que era dentado y parecía estar hecho de un largo hueso de bestia.
Tenía una sensación que resonaba en su cuerpo, parecía la típica hermana mayor en quien podías confiar para sacarte de problemas cuando lo necesitabas.
Tan pronto como había entrado en la sala, en ese momento todos se congelaron, excepto un estudiante. Un estudiante de segundo año que estaba demasiado emocionado en el momento, finalmente había visto a Erin bajar la guardia.
Continuó avanzando y estaba listo para atacar, pero antes de que pasara un segundo, la profesora que había entrado en la sala estaba justo al lado del estudiante y unos momentos después él se había desplomado en el suelo con la parte trasera de su pie sangrando.
—¿Cuándo llegó allá?
—Oye, mira sus tobillos, ¿crees que ella hizo eso?