—Porque como Baba Yaga amablemente señaló a Kalla, ahora todos saben que mi madre tiene los Ojos y, a diferencia de ti, no tiene ningún Guardián cubriéndole el trasero huesudo. ¿Puedes imaginar lo deprimida que estaba? —El Vampiro soltó una carcajada.
—Eso es cruel de tu parte, Nyka. —Dijo Solus.
—¿Egocéntrico? Sí. ¿Cruel? No. No quiero que mamá se convierta en un Lich y lo que ella llama progreso es el material de mis pesadillas. En pocas palabras, me dio los Ojos porque ella sabía que si venía aquí, no resistiría la tentación. —dijo Nyka.
—Justo. —Lith asintió y le pidió que activara la sincronización entre los dos conjuntos de Ojos.
Nyka tocó el lado izquierdo, arriba y abajo de la lente izquierda de su artefacto, haciendo que el pince-nez dorado emitiera un leve resplandor.
—Excelente. Mi esperanza es que con un géiser de maná apoyando la torre, podamos copiar la base de datos del original. —Dijo Lith. —Mientras tanto, me gustaría realizar algunos experimentos.