—Es posible que yo tampoco sea muy buena con los pañales y Solus tampoco —Kamila bajó la mirada avergonzada.
—Es realmente amable de tu parte ayudarles, Solus —dijo Rena—. Si extiendes la mesa y haces otra muñeca, yo te puedo enseñar.
—¿En serio? Gracias —Solus hizo lo que le indicaron y Rena se paró detrás de ella, guiando sus manos paso a paso—. Por cierto, estábamos pensando en ponerle a la bebé tu nombre, mamá. Lith y yo somos pésimos con los nombres y Kami no tiene ideas, así que también podríamos usar algo de ayuda en eso.
—¿En serio? ¡Sería un honor para mí! —Elina saltó de alegría, obligando a Kamila a darse la vuelta antes de abrazarla.
—Estábamos pensando en mantener la raíz El- y cambiar el resto, para evitar confusiones cuando estén las dos en la misma habitación —dijo Kamila.
—Pedir ayuda fue inteligente —suspiró Tista—. Demonio Rojo. ¿Cómo puede alguien ser tan poco imaginativo? Lo único peor que se me ocurre es Ella-Tiamat.