La ciudad aún se estaba reconstruyendo y la seguridad era muy estricta, pero dejaron pasar al DoLorean.
Ver a cada soldado saludar a Lith y a cada civil que pasaban saludarlos, llenó a Raaz de orgullo y alegría. Como había dicho el Barón Wyalon, Lith siempre fue un héroe para el norte.
Incluso después de que se revelara su verdadera naturaleza como Bestia divina, para ellos, seguía siendo el Guardabosques que había derribado dos ciudades perdidas y el hombre que había arriesgado su vida para proteger su amada ciudad.
Lith le hizo detenerse frente al condominio de Kamila y guardó el auto dentro de la dimensión de bolsillo.
La vista del departamento que había visto tantas veces en los hologramas en el pasado conmovió a Raaz. El segundo hogar de Lith estaba lleno de fotos de su familia y de la de Kamila.