—Veamos si esto funciona. —Lith cambió de forma a su forma de Dragón Pluma del Vacío, ocultando el lado de la Abominación detrás de la brillante luz violeta de las estrellas que formaban la constelación de la fuerza vital de la Bestia Divina.
Sin el Vacío, las almas negras no tenían forma de acceder al Caos necesario para convertirse en Abominaciones, y con el Portal cerrado, sus números no podían aumentar más.
Para empeorar las cosas para ellos, a diferencia de la forma de Tiamat, cada escama que cubría el cuerpo del Dragón Pluma del Vacío tenía una runa en su superficie, no solo sus plumas.
Las escamas rojas ardían con el poder de los Elementos Malditos y atraían a las almas, atrapándolas.
—¿Cómo escapamos? —Lith estaba muerto de cansancio.
Tirar del Vacío había salvado su fuerza vital del daño pero había agotado la mayor parte de su energía. Apenas podía mantener los ojos abiertos, y mucho menos mantenerse de pie.