—Supongo que después de ir a por mí, Verhen se está quedando sin energía. —pensó Quaron—. Su aura apenas es visible detrás de la de sus artefactos. Estoy empezando a pensar que no es un Heraldo y ni siquiera un Despertado.
El traidor Guardabosques tomó el control de los Caballeros Esqueleto nuevamente, eliminando a todos los Demonios y a los soldados más cercanos a Solus antes de hacer su movimiento. Luego, lanzó un hechizo de vuelo y se lanzó hacia ella.
Solus no malgastó mana intentando golpearlo. Ya tenía que apoyarse en el Bastón Sabio para mantenerse de pie y tenía que hacer que valiera cada onza de fuerza que le quedaba.
Quaron se desplazó a su lado mientras respiraba otra ráfaga de Llamas del Origen. La Invigoración apenas le había devuelto la mitad de su fuerza y él tampoco podía gastar mana.