—Necesito que muestres tus habilidades como mago, no como peleador, contra alguien que es un paradigma universalmente reconocido de habilidad y frente a suficientes testigos para disipar cualquier duda sobre tu capacidad para realizar tales milagros—. Dijo Meron.
—¿Quieres que él pelee? ¿Aquí y ahora? —Jirni estaba atónita
No solo era tal solicitud sin precedentes, sino que también el no cumplir o ganar destruiría los muchos años de trabajo duro de Lith. Potencialmente convertiría al Archimago más joven de su generación en otra Nana.
—¡Maldita sea! Entre mis proyectos con Vastor, proteger a mi familia y mi trabajo, la falta de comunicación entre el Archiducado de Ernas y el Marquesado de Distar permitió que Deirus me venciera.
—Si solo Mirim siguiera viva, ella se habría encargado de estas tonterías, o al menos me habría advertido y yo habría hecho el resto. Mi red de espías ha sido comprometida o el caos después de la muerte de Mirim la desmanteló—. Pensó Jirni.