—Necesitamos hablar. —Dijo Lith tan pronto como el cerrojo de la puerta activó un conjunto de silencio que aseguraría su privacidad.
—Lo acertó en uno. —Kamila suspiró internamente.
—Los demás pueden esperar hasta mañana, pero tú mereces saber la verdad y tomar tu decisión sin sentir la presión de toda mi familia sobre ti. —Lith habló lentamente, intentando encontrar la mejor manera de compartir su verdadera naturaleza con ella sin causarle un ataque.
—¿Cuándo ocurrió? —Kamila preguntó con una expresión dolorida.
—Ayer. No te llamé porque no podía mentirte en la cara y decirte que todo estaba bien. Quería hablar contigo en persona y darte la oportunidad de patearme el trasero si crees que valgo tu tiempo. —Dijo Lith.
—Espera un minuto. ¿Cómo puede ella posiblemente saber? ¿Tyris la advirtió o es esto alguna especie de intuición increíble de mujer? —De verdad pensó, culpando a su cerebro por moverse más lento que su boca.