Aun así, cuando Mogar le hizo su oferta, ella la rechazó, considerándola no diferente de lo que los Odi querían de ella.
—Lo siento, pero estoy de acuerdo con Baba Yaga. También me negué a ser un Guardián porque, después de todo lo que hice y todas las cosas horribles que presencié durante mis viajes, no podía soportar la idea de vivir una eternidad de deber. —Dijo la mujer de cabello plateado mientras miraba a Tyris a los ojos.
—Ambos están equivocados. —Leegaain sacudió la cabeza.
—No somos esclavos y Mogar nunca nos obligó a hacer nada. Comencé a acumular conocimientos cuando aún era una Salamandra y a salvar especies al borde de la extinción cuando todavía era un Draco.
—Hasta el día de hoy, no he hecho nada como Guardián que no hubiera hecho si hubiera seguido siendo una Bestia Emperador. Ser un Guardián no significa abrazar cadenas, todo lo contrario.