—¿Qué crees que será la próxima lección de Faluel? —Phloria tenía sentimientos encontrados acerca de Solus y Lith, así que prefería volver a terreno neutral.
—No será Dominio de la Luz, seguro. —dijo Nalrond— He aceptado enseñarlo solo a Lith, Solus y Faluel. Sin ofender, pero es el legado de mi pueblo y no planeo compartirlo con extraños.
—No ofendes, pero ¡vaya! ¿Tomaste clases de grosería o es solo talento natural? —dijo Friya.
—Solo estoy siendo honesto. —A Nalrond le hubiera gustado más cerveza, pero empezaba a sentir sueño y la lección podía comenzar en cualquier momento.
—Estabais destinados a descubrirlo y no había una forma de endulzar las noticias. Pensé que era mejor poner mis cartas sobre la mesa en lugar de actuar todo tierno ahora y luego soltarlas de la nada. —respondió Nalrond.
—De un Sanador a otro, eres algo idiota. —dijo Quylla.
—Gracias. —Nalrond respondió con una sonrisa como si ella le hubiera halagado.