El profesor Vastor cumplió con su palabra. Los llevó a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital y les pidió, por turnos, que diagnosticaran la naturaleza de la condición de los pacientes.
Vastor tomaría notas sobre sus respuestas, para compararlas con los informes. No estaba permitido darles calificaciones en su primer día, pero no dudó en reprender severamente a aquellos que se perdieron algún detalle, humillándolos frente a toda la clase.
Debido a la naturaleza de la tarea, la clase se dividió en dos grupos justo después de que cada uno hubiera examinado a su primer paciente. Las siguientes rondas permitieron a Vastor dividir aún más los grupos según el grado de experiencia de los alumnos.