La mañana siguiente.
Cuando Scarlett despertó, no vio a Xander a su lado. Solo vio rastros de que Xander había dormido allí.
Una sonrisa feliz se extendió por sus labios al darse cuenta de que esto no era solo un sueño, Xander había regresado a ella.
Pero, ¿a dónde va?
Scarlett se despertó de su sueño, queriendo encontrarlo. Sin embargo, un dolor indescriptible la envolvía por completo. No podía moverse en absoluto. Cada vez que se movía, sentía que sus huesos se desmoronaban.
Lo que más le dolía era la cintura y los muslos. Era como si hubiera tenido un entrenamiento muy intenso con los miembros principales de su gremio por primera vez.
―¡¿Por qué es tan doloroso?! ―murmuró mientras se obligaba a sentarse. Después de intentarlo un rato, finalmente logró sentarse al borde de la cama.