Cuando abrió los ojos se encontró en un lugar oscuro y vacío.
"¿Qué es esto?"Se preguntó al sentir que, bajo sus pies, un enorme charco rojo se extendió por el suelo. Aunque tardó unos segundos en darse cuenta que lo que estaba pisando no era un charco. Frunció el ceño al ver que, entre toda la extraña oscuridad, un inmenso océano carmesí se extendía hacia el horizonte.
En este lugar que parecía estar vacío, se podía escuchar muchas voces susurrando y preguntando quién es la chica de cabello violeta que logró entrar aquí.
Ella, para averiguar qué estaba pasando, avanzó en silencio caminando sobre la sangre a la vez que las cientos de miles de millones de voces susurrantes preguntaban.
"..."
Solo avanzo unos pocos metros, pero ella finalmente pudo ver algo diferente en este lugar.
Había un chico allí.
En medio del océano, atado de brazos y piernas con grilletes y cadenas negras espinosas, de cabello castaño y anteojos rectangulares, él estaba allí de rodillas mirando la sangre sin siquiera mover un músculo.
El chico parecía tener entre doce y catorce años. Su ropa era, a decir verdad, bastante limpia y elegante, sin embargo, cuando ella se acercó lo suficiente a él para preguntarle, se dio cuenta que, por una de las aberturas de las mangas de la camisa del chico habían horribles cicatrices y moretones.
Ella de inmediato, en su afán de ayudar a los que lo necesitan, se agacho ante el niño y lo tomó de la mano.
"¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda?"
Drip… una lágrima de sangre se desmoronó por la mejilla del chico. Él entonces levantó la mirada y Sakura se quedó muda al ver los ojos del chico.
"Plateado…"
Exactamente los mismos ojos que Toru tiene.
Al ver esto… Sakura despertó…
***
Se despertó de golpe sentándose en la cama. El sudor frío corría por su frente y su respiración era demasiado agitada. Intentó calmarse por unos segundos, respiró despacio y cerró los ojos para reducir su estrés. Cuando volvió a abrir los ojos, finalmente se calmó a pesar de que su ritmo cardíaco era levemente más alto de lo normal.
"¿Qué fue eso…?"
Se preguntó. El muchacho que estaba en ese lugar de alguna forma se le hacía conocido. Esos ojos al final…
Ella miró los alrededores. Sintió que Toru seguía allí.
"Onii-... Toru…"
No hubo respuesta…
"Si estás ahí solo quiero decirte… buenos días…"
A pesar de ese sueño extraño, Sakura decidió no tomarle demasiada importancia.
Su padre suele decir que, a la vez que los sueños son una representación del subconsciente de las personas, también son la puerta a múltiples realidades creadas por la imaginación del cerebro humano. Aunque al final siguen siendo sueños, eso no va a cambiar.
Así que se levantó de la cama y se dirigió al baño para asearse.
Por su lado, Toru solo siguió de brazos cruzados en una esquina con la espalda apoyada en la pared.
Su mente, como siempre, estaba en un constante desorden, pero pudo controlar todo eso y estar tranquilo en esta esquina de la habitación.
"..."
De pronto, se escuchó un golpe en el baño seguido de un gemido de dolor. Sin importarle si era su Master quien había emitido ese sonido de dolor, se acercó al baño y atravesó la puerta. Allí fue donde vio algo muy extraño.
Sakura estaba en el suelo, abrazándose a sí misma con mucha fuerza, como si estuviera aguantando un profundo dolor físico.
Por pura curiosidad, Toru activo su Shigan y frunció el ceño al ver el cuerpo de su Master.
Esto era, por sobre todas las cosas, horrible y bizarro.
Toru pudo ver como, entre las líneas de muerte de Sakura, se movían otras líneas de muerte pertenecientes a múltiples formas de vida. No tardó en darse cuenta de que esas criaturas se estaban comiendo a esta chica desde dentro.
Parecía que esas pequeñas bestias fueron estimuladas por algo para actuar de esa forma, pero realmente él no sabía qué era eso.
Allí en el suelo, Sakura cerró los ojos con fuerza, el dolor era insoportable, tanto que no pudo mantenerse de pie al sentir como si algo estuviera mordiendo el interior de su estómago.
"Padre… ayúdame…"
Algunas lágrimas cayeron por su rostro.
A pesar del sufrimiento de esta chica, Toru solo vio esto con una frialdad aterradora, como si realmente no le importara nada de lo sus ojos ven en este momento.
Así fue durante unos segundos. De alguna forma los monstruos en su interior se calmaron y eso logró apaciguar el dolor punzante.
Ella entonces se sentó en el suelo respirando con dificultad. Aunque ella lo sabía, realmente no quería decírselo a nadie. Esto era un dolor exactamente igual al que sintió hace diez años cuando estaba encerrada en la casa de la familia Matō.
"No puede ser…"Sus manos temblaron al ver como una pequeña cantidad de sangre fluía de su entrepierna.
Y todo esto fue observado por Toru, quien realmente no tuvo ninguna reacción al respecto.
Un poco asustada y desesperada, Sakura abrió la llave de la bañera y se preparó para tomar un baño. Se desnudó allí mismo, incluso si sabía que Toru la estaba observando.
Tenía la piel blanca y sin ninguna impureza. Las curvas en su cuerpo eran impropias en una chica de su edad y los grandes senos que colgaban de su pecho lo eran aún más. Lo único que hacía que esta escena que pondría loco a cualquier adolescente era la sangre que caía por las piernas de esta chica.
Han pasado unas pocas horas desde que Toru fue invocado y ya tenía que ver la desgracia de esta chica.
'¿Por qué ahora? Ya no estoy en Fuyuki… no estoy cerca de esas personas… ¿por qué?'
Ella se preguntó, pero no hubo una respuesta para sus preguntas. En lugar de eso, mientras se limpiaba la sangre con el agua de la ducha a un lado de la bañera, obtuvo un silencio deprimente.
"Si quieres decir algo, dilo… por favor…"
Escuchar el silencio era algo que la aterraba, era como si todos se hubieran alejado, dejándola sola en un vacío deprimente.
Y aun si le pidió un favor a Toru, él no dijo nada. Nuevamente se cruzó de brazos y esperó con los ojos cerrados a que su Master terminara de limpiarse.
Sakura entonces se metió a la bañera, haciendo que el agua que rápidamente llenó la bañera se desbordara. El sonido del agua fluyendo resonó en el lugar a la vez que esta chica miraba al vacío.
Sakura estuvo así durante algunos segundos. En silencio, mirando el agua de la bañera con los ojos perdidos y una expresión sombría y pensativa.
…
"Me dan muchas ganas de llamarte onii-san otra vez…"
Dijo ella de repente. En su tono de voz podía notarse cierta nostalgia y tristeza.
Después de una breve pausa, ella dijo:
"Pero ya no soy una niña para tener que llamarte así…"
Intentando hacer que Toru borre de su mente lo que pasó hace unos segundos. Fue vergonzoso… fue triste… Ella no quería ser mirada de esa forma por el chico que ama incluso si este ya no la recuerda.
La expresión en el rostro de Toru puede ya no ser la misma, pero ella quería creer que este chico era el mismo que conoció hace diez años.
Sigue siendo Toru…
Sigue siendo el Espíritu Heroico de una leyenda vacía. El sigue siendo Toru…
"¿Recuerdas cuando estábamos en aquel edificio…?"
No, él no lo recuerda…
"¿Recuerdas el regalo que me diste?"
No… él no lo recuerda…
"¿Recuerdas… cuando… íbamos al parque a jugar…?"
No…
"Tú… ¿no me vas a dejar sola?"
Cualquiera inevitablemente pensaría que la chica que ahora yace llorando en la bañera está mal mentalmente. Si, eso es correcto. Cualquiera que haya vivido lo que esta niña vivió le dejaría secuelas permanentes, pero eso no era todo.
Mientras la chica lloraba, Toru simplemente elegía no prestar atención. Aun así, él no podía evitar escuchar lo que la chica decía entre sollozos.
"Aunque logré hacer que volvieras… en todo este tiempo… en todos estos años… ¿por qué?"
La única persona que podría sacarla de este infierno emocional.
"¿Por qué Rin no viene a buscarme…?"
Ella no podía regresar a Fuyuki a buscar a Rin por culpa de que la familia Matō también está allí. Waver ya se lo había mencionado en el pasado. Si regresan a Fuyuki él no podría protegerla de lo que sea que esa familia vaya a hacerle. La única opción que le quedaba era esperar a que su hermana mayor venga a buscarla. Y Rin podría viajar a Londres muy fácil, entonces, ¿por qué?
Toru esta vez suspiró cansado. Para él no había nada que decir. No conoce a su Master y por eso no puede comprender la situación. Aun así, sabe que esta chica no está bien y que debía decir algo para que ella no se vuelva una molestia después.
"No lo sé"
Susurró. Y Sakura solo miró al lugar donde la débil voz de Toru se escuchó.
"Al fin dices algo…"
Ella lo miró con una suave sonrisa. Escuchar la voz de Toru la calmó un poco de todo lo que está pasando. Entre más pasa el tiempo, más difícil se vuelve controlar todas esas emociones que pretenden querer salir.
Al final de todo esto, se lavó la cara con el agua de la bañera y se preparó para salir. Tomó la toalla que estaba colgada cerca de la ducha y la envolvió alrededor de su cuerpo.
Su cabello mojado cayó sobre sus hombros y su pecho, deteniéndose cerca de la puerta. Allí ella miró la perilla de la puerta antes de decirle algo a ese chico.
"Podrías hablar un poco más de vez en cuando"
A ella le gustaba escuchar la voz de Toru. Si podía hacerlo diciendo unas pocas palabras, para ella era más que suficiente. Así, con ese pensamiento, ella salió del baño cerrando la puerta.
Ante esas últimas palabras de Sakura, Toru solo negó con la cabeza mientras la seguía. Para él no era necesario hablar en este momento. Además, él estaba bien de esta forma. Mientras que Sakura le teme al silencio, Toru se acostumbró tanto al silencio de ese vacío blanco que hasta escuchar su propia voz se le hacía extraño.
Al final, su conclusión fue:
'No vale la pena'
Porque se acostumbró a no hablar.
***
Un par de minutos pasaron y ahora Sakura se encuentra preparando el desayuno. Toru también estaba allí, solo que este estaba al lado de Sakura con los brazos cruzados y con la espalda apoyada en la pared.
Mientras este Servant se encargaba de actuar como una piedra, Sakura comenzó a tararear mientras cocinaba con una suave sonrisa. Aunque de pronto dejó de tararear al recordar que día era hoy.
Frunció el ceño con nerviosismo de tan solo pensar que en cualquier momento su padre aparecería.
"Mi padre llega hoy…"
Y con eso, la explicación que ella tanto quería encontrar anoche se esfumó en su mente. Por dentro ella entró en pánico, pero luego de pensarlo mientras el sonido de un huevo friéndose en la sartén resuena, decidió tomar el camino más difícil que se le pudo haber ocurrido.
'No le diré nada…'
Tan sencillo como eso. No hace falta decirle nada y los problemas no surgirán si se mantiene el secreto, por lo que siguió preparando el desayuno intentando no pensar mucho en lo que podría pasar.
…
Así pasaron otros breves minutos más y repentinamente tres suaves golpes en la puerta alertaron a Sakura y Toru.
Ella fue de inmediato a ver quien era.
Cuando abrió la puerta con curiosidad, su padre rápidamente entró en su campo de visión.
"Padre… buenos días"
Para ella era difícil ocultarle cosas a su padre, pero esta vez ella iba a intentar ocultar a Toru a como dé lugar. Además que, para que no se vea la marca en su mano, se puso unos guantes finos para el frío de la época. También se aseguró de usar ropa un poco más pesada de lo normal, pero lo suficientemente casual como para que él no se diera cuenta.
Waver asintió con la cabeza mientras daba paso a alguien más detrás de él.
"Buenos días, Sakura. Te traje un regalo"
Gray apareció detrás de Waver sosteniendo un pequeño peluche con forma de lobo blanco. Add pareció murmurar algunas cosas, pero realmente Sakura no lo escuchó porque estaba enfocada en su actuación.
"Uh… hola, Gray…"
Y sin hacerlos esperar, se hizo a un lado para que ellos pudieran entrar.
"¿Aún no han desayunado?"
"Aún no"
Respondió Waver. Sakura se apresuró entusiasmada a la cocina para servirles un poco de lo que preparó anteriormente.
Así Waver pasó por la puerta y caminó tranquilo por el lugar, sin embargo…
'Hm…'
Suspiró cerrando los ojos.
Incluso si la actuación de su hija era buena, el Bounded Field que acaba de extender en toda la sala de estar detectó algo al lado de Sakura. Una entidad incorpórea que se movía despacio y relajado. Un fantasma.
No, eso era más que un simple fantasma.
'Servant…'
Waver miró a Sakura poniendo los platos en la mesa y entrecerró los ojos. Esta chica que hasta ahora había estado segura en este país, quien sonríe con amabilidad al charlar junto a Gray… Al ver eso sintió como si un gran peso le impidiera avanzar hasta su hija.
Al final toda esta farsa era muy obvia para él. No por nada era un buen detective para la Torre del Reloj. Y se dio cuenta de todo por dos simples detalles.
'Esos guantes…'
Y el fantasma que en este momento se mueve dentro de esta casa…
'Lo sabía…'
Hace ya siete años que él supuso que esto pasaría. Así que miro al costado de Sakura, de donde provenía la presencia del fantasma misterioso y frunció el ceño.
A su vez, Toru entrecerró los ojos y susurró dentro de su mente.
'Él es peligroso..'
Porque a pesar de que usó su habilidad para ocultar su presencia, este hombre extendió una Bounded Field en la escena para detectar anormalidades. Él fue astuto, pero eso poco le importaba a Toru…
Ambos, que se miraban en silencio, como un irónico reencuentro, no sabían la identidad del otro.
Continuará…