"Descuida hace solo unos minutos que llegamos. El ritual ya debe haber comenzado deberíamos ponernos en marcha." Roma no quería perder tiempo, eso solo serviría para que sus enemigos lograran lo que se proponían.
"Solo un poco más." La interrumpió Aegon. "Me tomé la libertad de invitar a unas amigas." Esta era la primera vez que la chica oían esto así que lo miraron preguntándose de quien se trataban, aunque tenían sospechas de que no les gustaría la respuesta.
"Chicas, recuerdan que les dije que conocía algunos vampiros." Todas asintieron. "Pues desde ese entonces hice amistad con esta secta de vampiros en la que solo aceptan mujeres y las he invitados esta noche para que nos ayuden." Una secta conformada solo por mujeres, los más grandes temores de todas parecían a punto de hacerse realidad.
"¿Una secta de mujeres?" Ororo no pudo evitar preguntar. "Sé que eres lujurioso, pero ir tan lejos…" Aegon la interrumpió antes de que continuara con esa línea de pensamiento. "Alto, alto. Podrían por una vez no pensar tal mal de mí. Obviamente esta secta ya existía antes de yo haber nacido, no es algo que inventaría."
Su respuesta pareció aliviar a todas irritando un poco a Aegon al ver como todas pensaban tan mal de él. No queriendo continuar haciéndoles caso Aegon procedió a abrir otra Garganta por la salieron más de 20 vampiresas asustando a todos los presentes excepto por Roma y sus 2 guardaespaldas.
"Chicas bienvenidas, espero que se diviertan esta noche." Todas sonrieron al escucharlo hablar. "Como podríamos rechazar un banquete como este." El comentario de la que todos entendieron era líder incrementó el temor en todos, aunque las chicas rápido se tranquilizaron confiando en que Aegon eliminaría a las vampiras si se pasaran de listas. Ellas no querían pensar en ello, pero sabían que su novio tenía su lado oscuro si le provocaban lo suficiente.
Una de las vampiresas en particular corrió a abrazar a Aegon. "Luego celebraremos ¿cierto?" Ahora todas tenían una idea de cuál podría ser la relación de Aegon con las vampiras. Aegon no sabía que contestar. Ananastacia miró hacia las chicas y las saludó.
"Hola, mi nombre es Ananastasia Rinaldi hace tiempo que quería conocerlas, hay tanto de lo que me gustaría hablar con ustedes." Las chicas no estaban seguras de cómo lidiar con la energética vampira. Fue Gwen quien le respondió. "A nosotras también no gustaría escuchar cómo es que conocieron a Aegon."
"Claro. Es una historia increíble, llena de acción, heroísmo y romance."
"Muy bien ya es suficiente, que tal si entramos." No fue Aegon quien las interrumpió sino Roma que ya estaba por perder la paciencia. A las vampiras esto no les agradó, pero no querían ser irrespetuosas con su miembro honorario que era como consideraban a Aegon aparte de delicia suprema que era como lo llamaban entre ellas, lo que era mejor que él nunca supiera.
Aegon por su parte estaba pálido pensando en el problema que él solo se había ocasionado.
Ya estaban a punto de entrar al edificio que estaba sobre la base subterránea cuando otras 2 personas aparecieron alarmando un poco a Roma quien entendió que no eran nada comunes si eran capaces de atravesar la barrera que ella había establecido para que La Mano no estuviera al tanto de la llegada de todos.
"Disculpen la interrupción, pero no se ven eventos como este a menudo así que nos preguntábamos si nos permitirían acompañarlos. Les aseguro que no seremos ninguna molestia para ustedes."
Roma no estaba segura de que contestar, pero no tuvo que hacerlo, Aegon lo hizo por ella. "No tenemos problemas con ello. Ahora pongámonos en marcha." Aegon comenzó a caminar hacia la entrada todos se miraron entre sí y luego comenzaron a seguirlo.
Matt que hacía rato había dejado de entender qué diablos pasaba se acercó a Roma y no pudo evitar preguntar. "Lady Roma podría decirme quienes son esas 2 personas." Obviamente se estaba refiriendo a las 2 últimas personas que habían llegado.
Eran un hombre y una mujer, el hombre era un anciano de origen caucásico, pero con un cuerpo todavía fuerte, algunos músculos aun visibles sobre la ropa. La mujer era de ascendencia asiática, de esbelta figura y rostro muy hermoso, toda una belleza y aunque sus largos cabellos eran completamente blancos al igual que el anciano, ella no parecía tener más de 30 años.
La respuesta de Roma fue una sola palabra. "Dioses."
Una vez que entraron al edificio la cobertura de la barrera terminó y fueron inmediatamente detectados. "Las personas que están hoy aquí pretenden liberar sobre el mundo un antiguo ser que solo traerá muerte y destrucción así que no se molesten en dejar a nadie con vida. Otra cosa, no ataquen a ningún cuervo que vean en el camino." Es lo único que dijo Aegon antes de desaparecer de la vista de todos.
Sus novias ya sabían de ante mano que él las estaría dejando por su cuenta, el mismo Aegon se los había dicho. El pretendía utilizar esta oportunidad para que adquirieran algo de experiencia. Todos continuaron como si nada y una vez que habían bajado unos 10 metros aproximadamente bajo tierra, llegaron a lo que parecía una caverna llena de túneles que continuaban descendiendo.
Todos se miraron entre sí y se dieron cuenta como los dioses ya no estaban con ellos. La siguiente en tomar una decisión fue Alyssa. "Nos separaremos en grupos y cada grupo tomará un túnel." Y así procedieron las vampiras.
"Separarse no es la mejor decisión, pero en este caso donde estamos contra reloj, es lo mejor que podemos hacer." Les explicó Roma quien junto a sus 2 guardaespaldas tomó uno de los restantes túneles.
Jennifer decidió acompañar a Matt que estaba solo con Maya, la chica con la que hacía poco había comenzado una relación. Jennifer pensaba que era una chica normal que era sorda, pero si estaba aquí no era nada normal definitivamente, aun así, quiso acompañarlos preocupada por ellos. Sabía que el resto era bastante fuerte. Además, el mismo Aegon se lo había recomendado.
El resto de las chicas se dividieron en 2 equipos, D'narda, Felicia y Gwen y eran un equipo y Jessica, Ororo y Rogue eran otro. Felicia y Gwen eran las menos experimentadas en luchar así que D'narda que era la más poderosa iría con ellas y Jessica que entrenaba de vez en cuando con Ororo y Rogue podía hacer equipo con mayor facilidad con las chicas mutantes.
[CON LA MANO]
En lo más profundo del sistema de túneles los líderes de La Mano se encontraban reunidos juntos a Morgana que ya había comenzado el ritual y por tener toda su atención en ello no había sentido la presencia de todos los que habían arribado sin ser invitados.
Solo habían pasado unos minutos desde que el ritual había comenzado cuando unos de los hombres que se sentía afortunado de no haber sido escogido como sacrificio se acercó a Matsu'o para informarle sobre los intrusos y un enorme número de cuervos que habían aparecido por todas partes.
"Parece que tenemos problemas. Hay intrusos dirigiéndose hacia nosotros." Esto no fue una sorpresa total, Morgana les había advertido que Roma intentaría algo para detenerlos.
"Será mejor que dejemos que nuestras fuerzas se hagan cargo." Yutaka intervino. "Que Elektra monte guardia afuera de la recámara con las elites en caso de que lleguen tan lejos. Es mejor concentrar nuestras mejores fuerzas en este lugar que dispersarlas." Todos estaban de acuerdo con la decisión de Yutaka.
"Elektra has como recomendó Yutaka. Kojiro, tú toma el comando del resto y hazte cargo de la situación." Kojiro era uno de los hombres de confianza de Matsu'o.
Elektra y Kojiro estaban a punto de marcharse para cumplir sus órdenes cuando todos escucharon una voz que no reconocían excepto por Elektra. "Yo preferiría que Elektra y esas chicas de ahí permanezcan aquí si no es mucha molestia." La voz provenía de Aegon que no se había molestado en ocultar su rostro, estas personas ya estaban al tanto de su relación con Roma, además no pretendía dejar a nadie marcharse con vida excepto tal vez por un par de personas.
"¿Cómo diablos es ya han llegado hasta aquí?" Ángela no era la única sorprendida por la velocidad con la que el enemigo había avanzado hasta llegar a ellos casi como si hubiera ignorado el complejo sistema de túneles que hacía del lugar un laberinto.
[AEGON POV]
No me tomó mucho tiempo con mis poderes avanzar en línea recta hacia el lugar donde se realizaba el ritual evitando eliminar a los ninjas de La Mano, quiero que sean el resto los que se hagan cargo. De todas maneras, he puesto una barrera alrededor del edificio así que nadie escapará.
Cuando entré en la recámara donde se lleva a cabo el ritual lo primero que captó mi atención es la hermosa hechicera que lleva a cabo el ritual vistiendo un revelador vestido de color verde, creo que su magia está influenciando la cantidad de sangre que va hacia mi entrepierna. Si, probablemente sea eso.
El resto de los presentes consiste en unos hombres probablemente japoneses por sus aspectos y conociendo el origen de La Mano. Uno de ellos está todo desfigurado y le falta un brazo, yo en su lugar pasaría más tiempo buscando como recuperar mi apariencia y no detrás de leyendas. El resto consiste de un grupo de mujeres que están junto a Elektra, parecen algún tipo de equipo de elite. Por último está ¿White Tiger? Tengo que estar confundido (está confundiendo a Ángela con Ava Ayala).
Comencé a acercarme al centro de la recámara, las mujeres ninjas rápido comenzaron a acercase a mi excepto por una mujer que si no estoy equivocándome se parece mucho a Psylocke y esta vez no creo estar confundiéndome. "Tranquilos, no estoy aquí para detenerlos. No tienen que preocuparse por mí."
Una de las mujeres ignoró mis palabras y me atacó sin pensarlo mucho. La mujer es fácilmente identificable como un ciborg y es de bastante ayuda que más que humana parezca un robot.
[TERCERA PERSONA POV]
Todos en la recámara observaron como Makro se lanzó a atacar al intruso. Para sorpresa de todos excepto para los 2 dioses cuya presencia todos ignoraban, todos vieron como la larga cuchilla que salió del brazo de Makro cortó a la mitad al hombre que los había interrumpido.