Jordan también se volvió más confiado. Había una pizca de maldad en sus ojos.
—Chico, me has chocado a propósito. Dime, ¿cómo debo castigarte?
El chico estaba de verdad asustado y continuó disculpándose.
—Lo siento, Hermano Mayor. De verdad no lo hice a propósito. Para ser honesto, Hermano Mayor, hace un rato hice la prueba de talento para cultivar. Los resultados de la prueba dijeron que no tengo el talento para cultivar y solo puedo ser un mortal por el resto de mi vida.
—Estaba tan deprimido por el camino. Por eso tropecé contigo por accidente. De verdad no lo hice a propósito. Hermano Mayor, por favor perdóname esta vez a causa de que no puedo cultivar en mi vida y solo puedo ser un mortal.