El ambiente se hizo insoportable, la tensión llenó el restaurante. Así estuvimos durante 15 minutos hasta que la policía llegó.
-¡Qué nadie se mueva y mucho menos toque el cuerpo!- Dijo un hombre alto, con una barba de tres días, llevaba uniforme de policía.
Fue corriendo a comprobar si la víctima estaba viva y rápidamente llamó a una ambulancia.
-Lo siento mucho señora, pero debo decirle que no hay manera de que sobreviva- le dijo a Luisa.
-¡No me diga eso... por favor!- Dijo histérica.
Un grupo de médicos llegó con una camilla y se llevaron el cuerpo, tapado con una sábana.
-Voy a tener que hacerle un par de preguntas. ¿Me acompañaría un segundo fuera?- Dijo el policía.
-Claro que sí- Dijo Luisa
Mis pensamientos eran como un laberinto nada tenía principio ni final, no podía entender ni hacer nada Minami, a mi lado parecía igual que yo.
-Deberíamos juntarnos con José- Dije
-Está bien-
Si nosotros estábamos nerviosos, José estaba en una escala distinta. Estaba sentado detrás del escenario con la cabeza en las piernas.
-Jos...- Intenté decir
-Chicos el Inspector Ramírez, el policía de antes os necesita- me cortó Luisa
Aquel hombre nos estaba esperando en la entrada y con una seria mirada comenzó a hablar.
-Os habéis metido en un grave problema chavales, sobre todo tú, chico- Dijo mirando a José.
-¿Por qué?- Dijo
-Te explico, vosotros fuisteis las personas que más cerca estuvieron de la guitarra, cuyas cuerdas habían sido afiladas e impregnadas en veneno, sobre todo tú...-
-José-
-José, fuiste la persona del restaurante que más cerca estuvo de la guitarra, ya que fuiste la persona que la llevó al escenario- Dijo
-No puede ser verdad...-
-Aunque aún no hay nada seguro, claro-
-¿Y no podemos hacer nada para demostrar que José es inocente?- preguntó Minami.
-Lo máximo que podéis hacer es encontrar pruebas que lo demuestren- Dijo con un poco de ironía.
Aunque no parecía decirlo en serio nos lo tomamos como la única forma de resolver el problema. Llamamos al resto del grupo y les contamos todo lo sucedido, aunque no parecía que se lo creyesen del todo.
-¡No puede ser!- dijo Elisabeth- lo siento mucho.-
-Tenéis un gran problema que tenemos que resolver lo antes posible- dijo Björn.
-Gracias...- Dijo José
-Lo primero es saber quién, a parte de vosotros, tocó los instrumentos- Dijo Björn.
-también podríamos volver a ver un concierto del restaurante, es posible que vuelva a pasar.- Dijo Elisabeth.
-Pero nosotros no podemos estar allí, si lo hacemos las sospechas que tienen de nosotros crecerán- Dijo Minami.
-Podemos hablar por nuestros teléfonos- propuse.
-Buena idea- Dijo Björn.- ¿Pero no cerrarán el restaurante un tiempo tras lo sucedido?-
-Estará abierto el sábado que viene con un nuevo concierto en directo- Dijo José.
Después de eso todos nos fuimos a casa. Volví a coger el metro, ahora estaba menos lleno que la última vez. No me podía sacar de la cabeza lo que acababa de pasar, debíamos descubrir quién era el asesino antes de que piensen que fue José. Pero las únicas personas que tocamos la guitarra somos: las personas del estudio, los transportistas y nosotros. Y no podemos contactar con ninguna de ellas, a excepción de nosotros, claro.
Supongo que solo podemos esperar a que llegue el sábado.