Las pupilas de Ruth se contrajeron y una expresión de nerviosismo apareció en su rostro.
Después de descubrir que Nora era Gato Negro, estaba hecha un lío. Por eso dijo tantas cosas en un suspiro. Sin embargo, no esperaba que Justin aún recordara lo que había sucedido entonces...
Justin se quedó mirando el pánico que cruzaba sus ojos y se burló. Se apartó y le dijo a Nora: —Nora, parece que tendré que molestarte de nuevo.
En otras palabras, Ruth seguía mintiendo y necesitaba que Gato Negro la interrogara.
Nora movió la muñeca.
—No hay problema.
Presionó el brazo de Ruth. Al momento siguiente, una aguja de plata se introdujo en uno de sus puntos de acupuntura. Un dolor agudo la envolvió al instante. Ruth sintió que todo su cuerpo estaba a punto de desgarrarse. Todo el dolor se concentraba en ese punto, lo que le provocaba un intenso deseo de arrancar ese trozo de carne.
Duele. Duele demasiado. Nunca antes había experimentado tanto dolor.