Diez segundos después, el silencio absoluto llenó la sala.
—...
Un minuto después, el silencio en la sala se hizo aún más aterrador.
—...
Incluso después de que pasaran dos minutos, ninguno de ellos tenía intención de hablar.
—...
A Nora, que siempre había dormido poco, le resultaba especialmente difícil pasar el tiempo en ese momento. Cómo deseaba poder cerrar los ojos y quedarse dormida, para que cuando se despertara, el día volviera a ser luminoso y soleado.
Pero, obviamente, eso no era lo más apropiado en ese momento.
Nunca había tenido miedo de nada, y siempre había sido una persona directa y franca. Aun así, en ese instante comprendió un poco lo que significaba querer cavar un agujero y enterrarse en él.
Su mirada vagaba erráticamente. Miró al techo con los brazos colgando a los lados y dio un codazo a Pete con la mano para que rompiera el silencio.
Pete: —...