Nora se apoyó en la ventana y contempló el paisaje del campus.
Nunca había experimentado la vida universitaria. Tampoco había experimentado mucho la vida como parte de una comunidad. La visión de los estudiantes caminando fuera de dos en dos y de tres en tres le pareció bastante novedosa.
Tomó la llamada y dijo suavemente: —Hola.
La voz de Lily le llegó a través del teléfono: —He recibido las muestras. Yo misma haré la prueba de ADN. Los resultados estarán en tres horas como muy pronto.
Que el correo exprés internacional llegara al día siguiente significaba que ya habían acelerado el proceso de entrega.
Nora dijo sin prisas: —De acuerdo.
Colgó y miró a Lisa, que seguía rodeada de gente, de nuevo. A pesar de lo ocurrido, la chica no se mostraba ni arrogante ni ansiosa. Sus ojos seguían siendo tan inocentes como antes.
Nora sonrió y se volvió para ir al despacho del director Shaw.