Chương 19: Nuevo refugio
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En medio de la noche, como un fantasma Jin avanzo entre los árboles sin mirar atrás.
Sus ropas llenas de sangre se encontraban hecha pedazos, liberando toda su fuerza en sus piernas en poco tiempo llego al campamento.
—Victoria, levanta a los demás, tenemos que partir pronto!—
Abriendo los ojos con dificultad, Victoria cubrió su boca al ver la apariencia de Jin —Necesitas que Margarita vea tus heridas, no puedes andar así—
—Deja eso para después, una gran marea de monstruos viene en camino, no hay que perder tiempo—
Al escuchar la voz de Jin, Maria se levantó silenciosamente de su cama y ayudo a las hermanas a prepararse, sabia que las palabras de Jin no eran una broma.
—Gracias Maria, por favor no permitas que Lisa se aparte de tu lado—
Un segundo después Jin desapareció del campamento dejando algunas órdenes a las demás, dentro de su radar de detección dos criaturas corrían a gran velocidad.
Levantando su espada, su cuerpo se movió detrás de dos escarabajos gigantes y les corto sus cabezas.
Las primeras criaturas en llegar no eran rivales para Jin, su experiencia era suficiente para controlar cinco a la vez sin problemas, su temor estaba concentrado en otra parte.
Crac!
Moviendo su cuerpo instintivamente, Jin puso su espada en el cuello de Victoria dejándola congelada.
—Debes tener más cuidado la próxima vez, es mejor que te mantengas lejos cuando este peleando—
Jin no trato de consolar a Victoria, debían partir hacia el refugio antes que la gran marea de monstruos los alcance.
—Victoria, Margarita ustedes serán las encargadas de vigilar que nadie se quede atrás, si escuchan cualquier sonido extraño cerca de ustedes tienen que avisarme—
Escuchando las ordenes de Jin, el grupo empezó a marchar bajo la noche solo con sus antorchas.
Mirando de reojo a Jin, Margarita se acerco a su amiga y le pregunto que pasaba, tenia curiosidad de Victoria que aceptaba las ordenes de Jin sin reclamar.
—No pasa nada, es mejor no distraernos—
Margarita entendió el peligro al que estaban expuestas, aun así, ella decidió preguntarle que paso a su amiga cuando todo este mas tranquilo.
El refugio al que se dirigían se encontraba en la bifurcación sur del rio, dos lados se encontraban protegidos por una gran extensión agua, detrás de la montaña tenía un espacio capaz de albergar a mas de 2000 personas, en el pasado Jin recordó que ese refugio fue ocupado por un grupo militar ruso, de uno de sus miembros aprendió como acceder a el sin tener que nadar por el río.
Durante el camino, mas monstruos lograron alcanzar al grupo, bajo la espada de Jin ellos cayeron sin vida, las mujeres del grupo no se quedaron atrás, cuando un escarabajo gris de dos metros logro esquivar a Jin, Victoria saco su espada dividiendo por la mitad a la criatura mientras Margarita y Daisy tomaban la vida de otro.
—No se distraigan, tenemos que seguir— manteniendo el orden en el grupo, Jin se acerco a Victoria y le entrego una fruta amarilla —cómela—
Mirando con curiosidad la fruta en sus manos, ella dudo un momento.
—No tengas miedo, eso fortalecerá tu fuerza—
Al escuchar las palabras de Jin, Victoria trago la fruta sin dudar más, ella vio la facilidad que Jin tenia para enfrentar a los enemigos, no iba a desperdiciar una posibilidad como esta si podía ser tan fuerte como él.
Aunque Jin sintió una perdida por entregar una de sus recompensas a Victoria, al recordar el descuido que tuvo, sintió que era bueno cultivar la fuerza de sus compañeras para evitar una tragedia en el futuro.
Dos horas mas tarde, el grupo se encontraba exhausto frente a una cueva pequeña.
—¿Este es nuestro nuevo refugio?— pregunto Luna al ver que era mas pequeño que el anterior.
—Si, esta es la entrada secundaria, necesito que aguanten aquí afuera mientras reviso el interior—
Después de extender su aura por el túnel, cientos de presencias aparecieron en el interior.
Según sus recuerdos, eso no debería ser así, según su informante ellos encontraron por casualidad la cueva sin nadie en su interior.
Alumbrando con la antorcha, Jin pudo ver cientos de personas viviendo en un sector amplio de la entrada.
—Quien eres, porque entraste a nuestro refugio sin decir nada—
De entre las personas, un anciano caucásico camino lentamente hacia Jin acusando su llegada.
Mirando el estado de las personas, Jin pudo detectar la presencia de enfermedades en ellos, aunque parecían no ser tan graves, si ellos no recibían atención pronto era probable que su salud empeorara.
—Mi nombre es Kamisato Jin, necesito avanzar por la cueva con mi grupo—
En ningún momento Jin separo su mano de la espada en su cintura, las miradas que recibía del grupo no le dieron una buena sensación, preparado para llamar a los demás, el anciano grito un nombre mirando fríamente a Jin.
—Oye Colbert, tengo un polluelo que necesita un poco de cariño, ven a saludarlo antes que los demás te lo arrebaten—
Detrás del grupo, un hombre grasiento de casi dos metros de alto se acerco a Jin oliendo sus dedos, su ropa y su pelo estaban descuidados, en el momento que Colbert estuvo a unos metros de Jin, el olor inmundo provoco que Jin quisiera tirarle un balde de agua fría para que no apestara.
—Oh…pequeño polluelo, esa espada es muy bonita, te importa si la veo de cerca— sin esperar que Jin reaccionara, Colbert extendió sus manos grasientas con una sonrisa rota en su cara.
—Que intentas hacer, porque no dejas que tome mi espada— al ver que sus intentos de agarrar la espada no funcionaban, Colbert trato de atrapar a Jin entre sus brazos, no creía que el joven asiático era capaz de resistir uno de sus abrazos más poderosos.
—No tengo tiempo para esto— dando un paso al frente, Jin saco su espada y noqueo al gigante sin quitarle la vida, aunque en su interior quería darles un castigo por pensar en robar sus pertenencias, Jin sintió que era suficiente castigo el estado en que se encontraban.
Después de unos minutos, el grupo de Jin avanzo con cuidado entre los cientos de personas, aunque Jin tenia la capacidad para proteger a un grupo mas grande, algo en su interior le advirtió que no era buena idea permitir que ese grupo de gente lo acompañara.
—Oye viejo, dejaras que ellos se vayan así sin más—
En el momento que Jin desapareció al fondo de la cueva, dos hombres llenos de tatuajes se acercaron al líder del grupo.
—Acaso crees que soy idiota, claro que no permitiré que ese tipo se salga con la suya…conversare con los demás para ver cómo debemos atacarlos.
Aunque el viejo no era muy inteligente, su capacidad para manipular a los demás le permitió hacerse del liderazgo de casi 200 personas en poco tiempo, si los monstruos no se hubieran vuelto locos el no dudada que su base seria una de las mas fuertes si conseguía más armas para ellos.
—Así está mejor… viejo, cuando decidan atacarlos avísanos, me gusto la espada que llevaban esas mujeres, mientras nos dejes un par de ellas no tendré en cuenta la deuda que tienes con nosotros— dejando unas palabras, los dos hombres regresaron con su grupo en silencio.
Del otro lado de la cueva, Jin reviso con su aura que nadie lo siguiera.
Después de unos minutos, Jin se acerco a un muro de piedra y golpeo con sus puños.
—Quédense atrás, tendré que derribar este muro— luego que todos retrocedieran, Jin choco sus puños contra el muro revelando una grieta en su superficie.
Con un segundo golpe, la grieta se derrumbó, revelando una entrada lo suficientemente grande para que cada uno avanzara.
—Porque estas bloqueando la salida, como regresaremos si no es por aquí—
—Esta salida ya no es necesaria, cuando lleguemos entenderás porque lo digo—
Sin darle oportunidad para que el grupo en la cueva tramara contra ellos, Jin decidió llenar de rocas el túnel quedaba hacia el refugio, era suficiente los problemas que tenían por la presencia de los monstruos para que otro grupo desconocido se aprovechara si pasaba algo grave.
—Guaau, ¿este será nuestro nuevo refugio?—
—Esto es solo la entrada…Lisa sígueme, te mostrare algo más impresionante—
Mientras el grupo se preparaba para buscar un lugar donde guardar su cosas, Jin salto por los muros del refugio de piedra y se paro cerca del techo —Maravíllense con esto— dejando caer la antorcha desde el cielo, la imagen de un hormiguero gigante los dejo sin palabras.
En cada parte del muro, cientos de compartimientos se encontraban vacíos, sus antiguos dueños era una colonia de hormigas león, durante cientos de generaciones se encargaron de preparar un lugar ideal para su descendencia, fue algo desafortunado que ellas sucumbieran al ataque de uno de sus mayores depredadores durante toda una semana.
—Victoria, dejare que ustedes decidan como repartirse las habitaciones, solo recuerda que el piso superior será de Maria y mis hermanas, espero que no tengas problema con eso—
Revisando la estructura del hormiguero, Victoria sintió que no había problema con la petición de Jin, en el piso superior había un aproximado de 20 habitaciones grandes, comparado a las cientos de habitaciones en los 5 pisos inferiores ella se sintió complacida.
Al ver como el grupo revisaba feliz el lugar, Jin sintió que este refugio era perfecto para vivir antes que el imperio Valiro llegara al bosque ilimitado, durante los años que tuvieron para preparase, Jin no dudaba de poder cultivar una fuerza superior a la del pasado, solo necesitaba desbloquear la tienda del sistema y recolectar cientos de núcleos dorados.
—Jin, que pasara con la comida y el agua— Maria se acercó con cuidado a Jin, desde que él fue el soporte principal de grupo ella decidió no hacerlo enojar en ningún momento.
—Es cierto, acompáñame a la entrada, debo enseñarles lo último de nuestro refugio—
Luego de agrupar a todos en la entrada, Jin los guio a través de un domo tan grande como un estadio revelando la parte exterior del refugio.
Detrás de los muros, el río fluía tranquilamente mientras los peces nadaban sin preocupación.
—Aquí podremos conseguir comida y agua sin problema, por lo que vi en el camino entiendo que saben preparar jaulas de peces, si instalamos algunas de ellas en la orilla no pasaremos hambre por un buen tiempo.
Sonriendo en su interior, Margarita sintió que no había cometido un error al elegir a Jin como su hombre, cualquier otro en su posición no dudaría en exigir el cuerpo de ella solo entregándole lo básico para vivir.
Recordando todas la comodidades que tuvo en el primer refugio, ella sintió que en este nuevo refugio su vida solo podría mejorar.
—Cariño, esta bien si puedo conversar esta noche en tu habitación—
Revelando un aura seductora a su alrededor, Margarita apoyo sus pechos en la espalda de Jin y le susurro al oído —Aun no te he agradecido por cuidarnos todo este tiempo—
—Onee-chan debes tener cuidado— al escuchar la advertencia de su hermana, Leina revelo un aura oscura a su alrededor "No te dejare salirte con la tuya, nii-san es mío y de nadie más"
—No hay problema, después de cenar esperare tu llegada, ahora debo hacer algo—
Apretando sus puños, Leina camino detrás de Jin sin hacer ruido, en el momento que cruzaron la entrada de la nueva habitación de piedra, Jin cayo rendido al suelo.
—¡Nii-san!— grito Leina tomándolo en sus brazos.
—No pasa nada hermanita, es solo que tengo un poco de sueño— cerrando sus ojos, Jin dejo la seguridad de su cuerpo a su hermana, después de pelear con las criaturas de nivel dorado varias secuelas quedaron impresas en su cuerpo.
—Nii-san tonto, no debes exigirte demasiado—
Parada en la entrada de la habitación, Maria dejo un poco de carne marinada y una vasija de agua para que ellos pudieran comer, sin molestar su tiempo privado, ella se dio la vuelta y desapareció sin hacer ningún ruido.
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