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¡Slash!
Con un corte descendente, dos lobos cayeron sin vida al suelo.
—Esto nunca termina— guardando los materiales en su inventario, un nuevo monstruo extendió sus garras y ataco a Jin tratando de tomarlo desprevenido.
Moviendo su cuerpo hacia la derecha, una pierna llena de escamas impacto el suelo, cuando la nube de polvo se asentó, un dragón de inundación abrió sus fauces con revelando dos corridas de dientes filosos.
—¡Una criatura dorada!— evitando el ataque entrante, Jin desplego su sistema y reviso si tenia una nueva misión, era la primera vez que una criatura de nivel superior era su oponente.
El camino de un guerrero, grado E
150 de 150 núcleos blancos obtenidos
Estado: Finalizada
Un guerrero en ascenso, grado E
20 de 20 núcleos grises obtenidos
Estado: Finalizada
Fuerza oculta (nueva) grado C
La marea de monstruos ha comenzado a moverse, durante 10 días miles de generales entre sus filas arrasaran con toda la vida en el bosque ilimitado. Consigue eliminar a 5 generales antes que la marea de monstruos termine para obtener la recompensa.
Recompensa: Tienda del sistema
—Por fin— Jin levanto su brazos con una sonrisa en su rostro, un segundo después apareció al costado del dragón de inundación golpeando su costado, solo 5 monstruos como el dragón de inundación lo separaban de obtener la tienda.
¡Roaaaaar!
El dragón agito su cola con furia haciendo que la tierra temblara, sus gruesas escamas fueron suficiente para mitigar los golpes de Jin.
Las monstruos al nivel del dragón de inundación eran capaces de controlar a miles de criaturas mas débiles que ellos, el linaje antiguo escondido en su sangre permitía que nadie a su alrededor fuera en contra de sus órdenes después de ser sometidos.
Ajustando su respiración, un flujo de energía se derramo en los brazos de Jin revelando runas como las del goblin general —¡Ahora!— luego de abrir los ojos, Jin bloqueo el ataque del dragón con sus manos desnudas, sus músculos estaban a un nivel superior y el retroceso en su cuerpo no genero tanto daño como antes.
Abriendo los ojos con sorpresa, el dragón tomo distancia de Jin, el tenia un nivel de pensamiento superior a los otros monstruos, en el momento que vio a Jin deteniendo su golpe supo que su oponente estaba a su nivel o era incluso más fuerte.
—No te distraigas, aun no he terminado— con una sucesión de golpes la cola del dragón fue separada de su cuerpo, sin perder ni un momento la guardo en su inventario, la carne de dragón era algo de gran valor en el mercado, el consumirla podría aumentar la fuerza personal de todos.
Al ver como su cola desaparecía, el dragón abrió ampliamente su boca concentrando una gran bola de fuego.
¡BOOM!
Impactando en el suelo, la temperatura del bosque se elevo a niveles extremos, luego de la explosión todos los arboles desaparecieron y solo un gran agujero quedo en el lugar.
—Criatura insolente— girándose para seguir sus órdenes, el dragón se burlo de su oponente y desapareció al interior del bosque, sus compañeros se mantenían escondidos en las sombras observando la pelea, retirándose al ver el resultado de la batalla.
—Así que podía hablar, me pregunto si los demás serán tan poderosos como el— limpiando el hollín sobre su cuerpo, Jin salió debajo del suelo.
Mirando su cuerpo no encontró ninguna herida seria sobre él, si la batalla continuaba estaba seguro de poder ganarle al dragón, pero una alerta en el sistema lo hizo detenerse.
— Jin ya tendrás otra oportunidad, debes llegar lo más pronto que puedas—
Siguiendo la voz de Eva, Jin revelo un aura asesina sobre él, aun le quedaban 100 kilómetros para llegar y según la advertencia de Eva un grupo de sobrevivientes amenazaba la seguridad de sus hermanas.
…
Abrazando a la pequeña Lisa, Maria se preparó para lo peor, desde la llegada de los hombres el ambiente era pesado entre el grupo.
En el exterior de la cueva, los hombres decidieron prenderle fuego a la entrada, no les importaba si ellas salían dañadas en el proceso, su lujuria fue suficiente para volverlos sedientos del cuerpo de las mujeres.
Dando una última advertencia, Kyle se acerco a la entrada y encendió el fuego en la base del muro.
—Solo un poco mas pequeñas, papi las cuidara muy bien cuando estén en mis manos— frotándose sus manos, varios hombres esperaban impacientes el momento de entrar a la cueva.
Mientras las llamas se extendían, Victoria sintió que todo terminaría para ellas si los hombres lograban entrar, aun recordaba el momento en que llego al mundo de Lara y fue secuestrada, los hombres no dudaron en usar sus cuerpos como quisieron, solo algunas se salvaron de ser mancilladas por las sucias bestias.
Mirando a sus compañeras, ella por un momento pensó en rendirse, aun si sus cuerpos eran tratados como juguetes no podía permitir que los niños murieran por su culpa.
—Debes mantener la calma, aún tenemos una oportunidad— escuchando las palabras de Margarita mientras sostenía su hombro derecho, Victoria se giró mirando sus ojos carmesí —A que te refieres, que otra oportunidad podríamos tener en esta situación— si hubiera pasado un segundo mas Victoria hubiera colapsado en ese mismo lugar.
—Hay otra salida que mi hermano preparo— sintiendo que sus brazos eran apretados con fuerza, Leina frunció su ceño mientras Victoria la miraba de cerca —continua, no tenemos tiempo que perder—
Arreglando su ropa, Leina indico con su mano —Detrás del dormitorio principal hay un túnel estrecho que podemos usar, mi hermano lo preparo en caso de que tuviéramos que huir— ella aun creía que su hermano estaba con vida, había una sensación que persistía en su interior que ella no podía describir.
Al sentir que la presión en su corazón disminuía, Victoria se paró firme mirando a sus compañeras quienes esperaban sus palabras —Ya escucharon, aún tenemos una oportunidad, ayuden a Leina a despejar la salida, junto a Luna prepararemos un regalo para esas malditas bestias, no dejaremos que tomen el esfuerzo que todas pusieron aquí— terminando de hablar, su voz elevo el espíritu del grupo
—Ahora parece que has regresado con nosotras, no permitas que te vuelva a ver así o yo misma seré quien te tome como mía— escuchando las palabras que dejo Margarita, Victoria camino mas segura cargando los materiales que necesitaba —Luna, usaremos tu plan—
—Si—
Luego de sacar todas las cosas del dormitorio principal, un túnel oscuro apareció extendiéndose por casi un kilometro hacia el otro extremo de la montaña.
Su abertura solo permitía que un adulto pasara a la vez, revisando las rocas que sobresalían del muro Daisy se acercó a sus compañeras y les pidió que usaran más hojas para protegerse, no quería que ellas se lastimaran en un descuido.
—Te preocupas demasiado, no tenemos mucho tiempo para actuar— escuchando las palabras de sus compañeras, Daisy se acerco a la entrada y alumbro el interior con una antorcha.
Unos metros mas adelante, rocas filosas sobresalían por el techo generando miedo en el grupo, si ellas no avanzaban con cuidado podrían recibir heridas graves en su cuerpo, pudiéndose infectar si no la trataban bien.
—Ahora entienden, antes de entrar protejan sus cuerpos— dando el ejemplo, Daisy cubrió su cuerpo con varias hojas mientras con una mano cubría su boca.
El humo avanzo rápidamente al interior de la cueva, sintiendo que no podían aguantar mas Victoria dejo el ultimo grupo de materiales en el suelo y tiro de la mano de Luna —Vámonos, eso debería ser suficiente—
A Victoria no le gusto abandonar todas las pertenencias que acumularon, al salir de la cueva necesitaban encontrar un refugio nuevo sin demora, los rugidos de los grandes monstruos aún seguían sonando por todo el bosque, si se quedaban al aire libre era cuestión de tiempo para que fueran presa de otro cazador.
—¿Qué es esto?— vistiendo un traje de hojas sobre su cuerpo, Luna miro extraña a Cecilia quien ayudaba a vestir a los últimos niños.
—Todos necesitamos protegernos antes de entrar al túnel, recuerden mantener su cabeza baja mientras avanzan, no querrán tener una cicatriz en su lindos rostros— provocando que Luna se sonrojara, Cecilia siguió ayudándola a vestir mientras Rosa y Margarita guiaban a los niños por el túnel.
—Así que lo dejaremos todo—
—Es necesario, aun podemos encontrar un nuevo refugio mientras sigamos con vida— terminando de vestir a Victoria, Margarita la empujo al interior del túnel —no sigas lamentándote, vamos—
Mirando por ultima vez la cueva que las protegió en la última semana, Margarita cubrió la entrada del túnel y avanzo guiada por la antorcha en sus manos.
…
—Están seguros de que hay muchas mujeres, no han hablado desde que hemos llegado— junto a el alboroto que crearon los hombres, mas gente se fue acumulando alrededor de la cueva, todos esperaban el momento en que las llamas consumieran la entrada, en ese momento no importara la fuerza de sus gritos, para ellos solo serán un trofeo del que disfrutar hasta que se rompan.
—Debería faltar poco, el polvo que trajo Cowler es bastante efectivo, tenemos que conseguir más de eso—
"No soy tan idiota para regalar mis cosas" escuchando las palabras de sus compañeros, Cowler apretó sus puños manteniendo su vigilancia.
Aunque el grupo tenia una regla de no agresión entre ellos, eso no evito que un hombre intentara robar las pertenencias de Cowler, usando un veneno el no dudo en provocar que el muriera sin que nadie supiera que fue él.
—Solo la muerte le espera a quienes sean mis enemigos— sintiéndose complacido consigo mismo, Cowler no puso en sus ojos a los hombres que lo rodeaban.
—Dijiste algo Cowler— sintiendo una mano en su hombro, Cowler mordió su lengua esperando que no lo hubieran escuchado, si alguno de sus compañeros pensaba que él podría ser un traidor era solo cosa de segundos para que su cuerpo cayera sin vida en el suelo.
—Nada— agitando sus manos continuo —Mira, parece que ya se puede ver algo— sudando como un cerdo, Cowler se alejo del hombre y avanzo hacia la entrada.
Escuchando sus palabras, todos los hombres dirigieron su mirada hacia la entrada de la cueva.
Con la ultima barrera destruida, las llamas se extendieron al interior incendiando todo a su paso.
Cegados por su lujuria, los hombres corrieron desenfrenados sin importar el calor de las llamas, en su mente ya podían sentir la suavidad del cuerpo de las mujeres, cayendo saliva de su rostro.
Si ellos lograban reclamar a una de las mujeres como suya, de acuerdo con las reglas de su campamento podían ser retados a una pelea una vez por el control sobre ellas, si lograba salir victorioso de la batalla él tendría un tiempo largo antes de que tras persona decidiera pelear contra ellos.
Controlando sus impulsos, Cowler miro fríamente a los hombres que entraron a la cueva, en el momento que viera a la mujer culpable de su perdida él no dudaría en retar a una batalla al hombre que la tuviera.
—Aquí no hay nadie—
—Este lugar esta vacío, malditos nos engañaron—
—Deben estar escondidas, hermanos no peleen entre ustedes y búsquenla bien—
—Atrás idiota, quizás las llamas ya las hayan incinerado, porque prendieron fuego en primer lugar—
—Acaso se escuchan, aun si las llamas las hubieran atrapado deberían haber dejado sus cuerpos en el lugar—
Revisando por todos los rincones de la cueva, Cowler sintió que sus brazos temblaban, estaba esperando ansioso poder tomar a Leina pero no se veía por ningún lado.
—Miren, hay algo extraño aquí— destapando un grupo de vasijas, un hombre alcanzo a hablar cuando el interior de la cueva se inundó de calor.
¡BOOOOM!
Una gran explosión se desato al interior de la cueva, los mas cercanos cayeron al suelo con su piel llena de quemaduras mientras los menos afectados corrieron despavoridos al bosque.
…
—Maldición— después de correr los 100 kilómetros que lo separaban de la cueva, Jin apareció frente a la entrada de la cueva, sobre su cuerpo algunas cicatrices aun se regeneraban gracias a la ayuda de Eva, los monstruos en ningún momento dejaron de atacar a Jin.
—Quien eres tú— grito un hombre tratando de agarrar a Jin.
Sin escuchar las palabras del hombre a su lado, Jin avanzo a la cueva con solo un paso.
—Porque no detecto su presencia—
Mientras las llamas consumían todo, Jin levanto una vasija en el suelo recordando el día que Leina las fabrico, por mas que extendiera su aura él no podía lograr encontrarlas con el calor de las llamas.
—Jin, ellas aun están aquí—
Escuchando las palabras de Eva, Jin reprimió su furia acercándose al dormitorio principal.
Las llamas aun consumían todo a su paso, algunos hombres aun lloraban sobre sus propias heridas sin poderse levantar del suelo.
—Ya veo— encontrando la salida secundaria, Jin se sintió mas calmado, por un momento pudo sentir el aura de sus hermanas.
Girándose miro con frialdad a los hombres que lo siguieron levantando sus armas —Ahora que hare con ustedes—