Saya arreglo un montón de cajas en una pila, los empaques eran exquisitos y probablemente habían cosas deliciosas dentro, incluso había una pequeña hielera, cuando Saya la abrió se encontró con dos lindos conos de helado, al ver que Erick no bajaba probó discretamente uno de los conos, un sabor a leche y un aroma delicado se extendió por su boca y… eso era todo, aunque se veía exquisito solo sabía a leche, al observarlo más de cerca pudo encontrar flores presumiblemente comestibles dentro del helado "¿Helado de flores?" pensó frunciendo el ceño, poniendo el helado en su lugar no sin olvidarse de poner un distintivo para recordar que ese era suyo, mientras movía la hielera un recibo cayó al piso, cuando Saya observó más de cerca sintió que el mundo estaba loco ¡Esos helados valían lo de una semana de comidas!
Tras este recordatorio de lo que valía esa mesa de bocadillos, comenzó a tratar todo con bastante delicadeza, cuando Eric bajó la escena que vio fue a Saya acomodando las bolsas con una lentitud extrema, como si fueran bombas, sonrió involuntariamente y se acercó para frotarle el cabello al niño, Saya parecía ser menos repelente al contacto físico, aunque parecía sobresaltarse un poco cada vez Erick podía sentir que no lo rechazaba, esa revelación era como miel dulce cubriendo su corazón.
- ¿Ya tienes hambre?
Preguntó Erick sentándose en una silla cercana y haciendo un gesto a Saya para que hiciera lo mismo, Saya seguían enredado, después de que Delia se cayó pensó que aún cenaría con Erick así que cocinó algunos platos caseros, siendo sinceros prefería comer eso a lo que había en la mesa ya que le aterraba pensar en lo que costaba, habría estado bien si no hubiese visto el recibo, pero ahora solo podía ver precios en donde obviamente había comida
-Solo un poco- Saya respondió- ¿no es demasiada comida?
Erick sonrió avergonzado, había enviado una lista de restaurantes que pensó que agradarían al chico a su secretaria, pero no pensó que traerían tanta comida.
-Las porciones son pequeñas- se escudó Erick, era verdad, los restaurantes de alta gama no abogaban por grandes porciones- Solo prueba un poco
Sin darle tiempo de decir nada más puso un trozo de sushi en el plato del omega. Saya se sintió halagado y se llevó el sushi a la boca, pero masticó cada vez más lento, si no se equivocaba era pescado, pero ¡¿Por qué se sentía crudo?! Reprimió su instinto e escupir y trago con fuerza, lo hizo tan abruptamente que sintió como su garganta dolía y lágrimas fisiológicas se formaron en sus ojos.
-No lo comas si no te gusta- Dijo Erick al darse cuenta de lo que pasaba, tomo una servilleta y limpió la boca del chico con naturalidad, ninguno de los dos sentía que esa acción estaba fuera de lugar. Saya, para ocultar su vergüenza abrió otro plato- Es Foie Gras, es el platillo estrella de ese restaurante
Saya lo probó, pero no sintió que fuera delicioso, cuando Erick le explico que era hígado de ganso el entusiasmo de Saya decayó un poco, abrió los platos uno por uno, solo para encontrarse con que no conocía la mayoría.
Entre los platos encontró un pequeño plato dorado con algo negro dentro, a un lado habían algunas rebanadas de pan, sonrió pensando que por fin había algo mas normal, preparo dos panes, ofreciéndole uno a Erick
-Espera, esto sabe bien con vino, debería haber una botella aquí- Dijo Erick, rápidamente fue a la cocina y regreso con una botella y dos copas, sirvió el vino espumoso de manera experta y ofreció un poco al chico- prueba
Saya mordió el pan y un ligero sabor a pescado se esparció por su lengua, no podía describirlo del todo, pero era ligeramente parecido a un sándwich de atún, comió felizmente y después probó el vino, el sabor se complementaba perfectamente, había probado el vino del supermercado antes, pero era un mundo de diferencia con el vino de ahora.
-Sabe bien ¿Qué es?
Erick seguía comiendo su pan mientras abría el resto de los paquetes, entre ellos encontró un balde de pollo frito, del tipo que encontrarías en las cadenas, ese tipo de comida barata no debería estar ahí, así que concluyó que debía ser la cena de su secretaria
-Es caviar- respondió distraído poniendo el pollo a un lado, los ojos de Saya se iluminaron al ver el pollo, bebió un poco de vino y se apresuró a terminar su pan para probarlo- Es hueva de esturión
- ¿Hueva?
Preguntó Saya dejando el resto en su plato, de repente sintió que ya no era tan delicioso, bebió el resto del vino y se sirvió más, probablemente no tomó bien la botella y la espuma se desbordó, Erick reacciono rápidamente limpiando el vino de la mesa y secando las manos de Saya.
En ese momento Saya sintió el calor de las manos del Alfa, su vista se quedó en el rostro de Erick, su cabello caía sobre su frente dándole un aire de juventud, no era como el CEO que Saya había visto en la televisión, ni como el adulto maduro que compraba flores con un aire compuesto, mientras tomaba con torpeza las manos de Saya, el omega sintió que era alguien cercano.
Entonces, procesando su situación, un joven más guapo que un modelo le tomaba de las manos, ayudándolo torpemente a secarse, probablemente sintiendo que se había quedado quieto, Erick levanto la vista, Saya no pudo evitar hundirse en los ojos verdes de la otra parte y sus mejillas enrojecieron rápidamente.
- ¿Estas bien?
La voz grave de Erick de por sí era un festín para los oídos, pero en esa situación Saya sintió que era inexplicablemente seductora, como por inercia su cuerpo se movió hacia delante, el aroma a tabaco y cuero parecía rodearlo. "Podría enamorarme" el pensamiento cruzó rápidamente por su cabeza, pero despertó a Saya de su ensueño, sacando sus manos de entre las de Erick y alejándose a una distancia prudente
-Estoy bien, es solo… el pollo se ve bien y quería probarlo
Se excusó, volviendo la cabeza. Erick se dio cuenta de que el chico había comenzado a evitar su mirada con un sentimiento de logro, parecía que no era del todo indiferente, una sonrisa floreció en su rostro y con buen humor compartió el pollo con Saya, la carne estaba llena de aceite y el condimento era demasiado fuerte, sin la delicadeza a la que estaba acostumbrado, pero Erick sintió que era lo mejor que había comido en mucho tiempo.
Esa noche, mientras dormía, Saya soñó con tabaco y cuero, el aroma lo rodeaba en un abrazo inflexible, boqueo intentando tomar aire, pero solo podía aspirar el humo del tabaco, el olor era agresivo, sobrecargando sus sentidos, haciéndolo sentir nervioso, pero inexplicablemente expectante. Una voz grave parecía susurrar en su oído ¿Estas bien?
Despertó de golpe, solo para sentir una ligera humedad en su trasero, corrió al baño para darse cuenta de que había tenido un sueño primaveral con Erick. "El piensa en mí como un amigo, pero yo…" Saya se deprimió, ¡No podía gustarle Erick! ¿Cuán traicionado se sentiría él si supiera que su mente lo usaba como fantasía sexual?
Recordó como cuando recién llegó a la ciudad había fingido ser un beta y había hecho muchos "amigos" en su trabajo, además de lo decepcionado que se sintió cuando por accidente los había escuchado hablar de cómo querían llevárselo a la cama.
Su mente estaba llena de culpa, nunca le había gustado nadie, debería ser un sentimiento hermoso, pero no podía sentirse bien al pensar en lo amble que Erick había sido con él al darle albergue y comida ¿Y cómo le pagaba él?
"No, solo es porque es guapo" se hipnotizo a sí mismo, masticándose nerviosamente el interior de la mejilla, se aferró a la tela de su pijama con las manos temblorosas y volvió a la cama, sus nervios estaban algo alterados así que se obligó a respirar profundamente "Esta bien, somos amigos" lo repitió un par de veces como un mantra, sus pupilas se dilataron por un instante, su cuerpo se relajó y su consciencia se desvaneció.
En el mismo piso, en la habitación de Erick, el alfa bebía algo de vino, en un vistazo más cercano era la misma marca que había bebido con Saya durante la cena. "La vie en rose" sonaba de fondo, sus feromonas se agitaron levemente, pero esta vez no era de una manera violenta, era como si con ellas pudiese sentir todo a su alrededor, como si pudiese viajar hasta el otro extremo del pasillo, a la habitación más alejada y ver al niño dormir ligeramente… era como si realmente estuviese ahí… como si realmente estuviese ahí…
Se dio cuenta de que algo estaba mal, aunque sus feromonas no eran agresivas, realmente se habían soltado, ¿Era su celo? A diferencia de otros alfas, Erick solamente tenía un celo cada 18 meses, e incluso durante el celo podía mantener la consciencia, pero ¡No podía entrar en celo ahora! ¡El niño se encontraba en el mismo piso que él!
De su bolsillo sacó un montón de inhibidores y se los inyecto en la pierna pro no parecían surtir efecto, su tez comenzó a ponerse rojiza y su respiración se volvió entrecortada, sus instintos le decían que ahí afuera había un Omega para saciar sus deseos… ¡No! ¡Estaba mal! Corrió hacia abajo, bajó al sótano y deslizó una repisa llena de frutas en conserva, tanteando la pared encontró una fisura e hizo presión haciendo que se abriera una puerta secreta.
Bajó las escaleras, había una puerta de hierro que solo se abría con una contraseña, presionó la clave y observó un cuarto blanco lleno de paredes acolchadas, completamente vacío, sin dudarlo se metió y cerró la puerta detrás de él.
Este es el último de mis borradores. Seguiré escribiendo pero probablemente actualice menos seguido, o no, depende de mi estado de ánimo. En fin, espero que hayan disfrutado el capítulo.